La dislexia durante la edad pediátrica, especialmente cuando no se diagnostica, puede convertirse en una frustración creciente no solo para los niños, sino también para sus familias y sus profesores. Recordemos que la dislexia es un trastorno del aprendizaje que puede afectar significativamente el éxito académico de los menores. Cuando un niño con dislexia no recibe a tiempo la atención requerida, las brechas tanto en su capacidad de lectura como en su rendimiento crecerán significativamente una vez que llegue a la educación secundaria. La gravedad de estas brechas puede dar como resultado que el alumno tenga un sentimiento de negatividad profunda con respecto a la escuela, optando mejor por abandonar los estudios.

¿Qué dicen los expertos sobre la intervención temprana?

Con base en lo anterior, una serie de investigaciones recientes ha dado a conocer la importancia de realizar intervenciones tempranas entre los estudiantes que luchan con la dislexia. De acuerdo con la Universidad de Texas, los servicios de intervención temprana pueden ser muy efectivos y otorgar la ayuda necesaria a los menores con dislexia, permitiéndoles alcanzar metas preestablecidas, desarrollar un autoconcepto positivo, disfrutar de la lectura y la escuela, y llegar a su máximo potencial académico.

La mayoría de las intervenciones tempranas se centran en el procesamiento fonológico (una habilidad auditiva que analiza y manipula la estructura del sonido de las palabras), así como en esquemas de lectura estructurados que implican repetición y en la introducción gradual de nuevas palabras.

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Actualmente, los expertos consideran al período de tiempo entre el jardín de niños y el primer grado como la ventana crítica para brindar servicios de intervención temprana a los niños con dislexia. Los estudios revelan que cuando los niños reciben intervención durante esta ventana, las limitaciones respecto a la lectura y el rendimiento académico disminuyen significativamente o desaparecen por completo. No obstante, si los niños no reciben servicios de intervención hasta el tercer grado o más tarde, tendrán más dificultades para ponerse al día, lo que potenciará la brecha de lectura con el tiempo.

Puntos clave a tomar en cuenta

Tanto los padres como los maestros deben recordar que los niños con dificultades de aprendizaje corren el riesgo de tener una baja autoestima. Aquellos que luchan con la dislexia pueden desarrollar un autoconcepto negativo al ver que sus compañeros pueden leer con confianza y ellos no. Tal autoconcepto puede provocar depresión o baja motivación en las aulas escolares. De ahí l a importancia de los servicios de intervención temprana, pues fungen como el medio más eficaz para que los niños confíen en sí mismos y aprendan a disfrutar de la lectura, lo que les permitirá tener una trayectoria escolar más saludable.

En conclusión, es vital diagnosticar la dislexia en los niños lo antes posible. Asimismo, es fundamental que estos reciban servicios de intervención temprana ya sea en el kinder o durante el primer grado, pues aumentará sus oportunidades de éxito personal y académico.

RECUERDA: Cuando los trastornos del aprendizaje como la dislexia no reciben el tratamiento correcto y oportuno, pueden afectar la calidad de vida, la autoestima y el entusiasmo por el aprendizaje de un niño.

 

Vía: University of Texas / Harvard Medical School