La piel es el órgano más grande del cuerpo. Mantenerla en buen estado y saludable es esencial, pues nos protege del calor, los rayos solares, las lesiones y las infecciones. A su vez, ayuda a controlar la temperatura  y almacena agua, grasa y vitamina D, fundamental para la absorción del calcio.

El cáncer de piel comienza en la epidermis —capa superior o externa—. Aunque el desarrollo del melanoma no es muy frecuente, las personas de piel blanca presentan mayor sensibilidad y predisposición, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Existen dos factores que fomentan el desarrollo de este tipo de cáncer, estos son: la exposición excesiva al sol y la propensión genética. De acuerdo con los casos registrados, afecta más a los hombres que a las mujeres.

Es importante prestar atención a los cambios repentinos del cuerpo. En el caso de la piel, no debe ignorarse la aparición de nuevos lunares, así como los cambios de color, tamaño y forma en los ya existentes.

Una de las medidas más efectivas para tratar este padecimiento es la exploración oportuna y periódica de la piel. A decir de Jatziri Chávez, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE), la revisión debe incluir genitales, manos y pies.

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Recomendaciones

El ABCDE es una prueba recomendada para detectar lunares sospechosos. Funciona de la siguiente manera:

  • A – Asimetría.
  • B – Bordes irregulares.
  • C – Color disparejo.
  • D – Diámetro mayor a 5 milímetros.
  • E – Evolución y cambios progresivos.

En caso de detectar algo inusual, es importante visitar a un especialista para acceder a una dermatoscopia digital, con la cual es posible grabar y visualizar a gran escala ciertos lunares, y determinar si representan algún peligro o son benignos.

 

Vía: Notimex