Un nuevo estudio de 13 centros médicos de Estados Unidos, el cual se publicó en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), descubrió que el 6% del personal de salud dio positivo para una infección previa con el nuevo coronavirus, y casi la mitad (44%) no tenía idea de que alguna vez habían contraído el SARS-CoV-2.

En el estudio, se realizaron pruebas de anticuerpos en sangre a más de 3,200 médicos, enfermeras y otro personal de hospitales entre principios de abril y mediados de junio. Alrededor de 1 de cada 16 pruebas dieron positivo, y el 29% de esos resultados positivos se registraron en personas que dijeron no haber tenido síntomas que indicaran COVID-19, dijeron los investigadores.

Las tasas de infección entre el personal también variaron ampliamente entre los hospitales, desde solo 0.8% en un centro hasta más del 31% en otro. Según el doctor Wesley Self, del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, y autor líder del estudio, esto probablemente refleje el nivel de coronavirus que circula en la ciudad en donde se ubica cada hospital.

Sin embargo, una cosa quedó clara: el uso de máscaras, batas, guantes y otros equipos de protección por parte del personal mantuvo bajas las tasas de infección. Y cuando los hospitales enfrentaron escasez de equipo de protección personal (EPP), aumentaron las infecciones por COVID-19.

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«Un porcentaje más alto de participantes que reportaron una escasez de EPP mostró anticuerpos detectables contra el SARS-CoV-2 [9%], en comparación con aquellos que no reportaron una escasez de EPP [6%]», informaron investigadores. Cerca del 12% de los trabajadores entrevistados en el estudio dijeron haber encontrado algún tipo de escasez de EPP en su centro médico.

Por su parte, el doctor Robert Glatter, médico de urgencias en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York, quien trabaja en la primera línea contra la pandemia, estuvo de acuerdo en que la prevención es clave.

«Tener un suministro adecuado de EPP es vital para mitigar el riesgo que enfrentan todos los trabajadores de la salud en la primera línea», subrayó.

«Esto representa uno de los principales desafíos actuales que han enfrentado los hospitales y centros médicos conforme ha avanzado la pandemia», agregó Glatter.

Realizar pruebas frecuentes entre los profesionales de la salud de primera línea también es crucial para frenar los brotes desde un principio, ya que «una alta proporción de los trabajadores con anticuerpos no sospechaba que habían sido previamente infectados», comentó el grupo de Self.

«Lo importante es que los trabajadores de la salud no se conviertan en un reservorio para la propagación asintomática de la infección dentro del entorno hospitalario o en la comunidad. Como resultado, debemos invertir en pruebas frecuentes para estos trabajadores esenciales», apuntó Glatter.

 

Vía: Health Day News