Optar por alternativas naturales en lugar de alimentos ultraprocesados ayuda a reducir el consumo de azúcares, grasas saturadas y aditivos que afectan la salud a largo plazo. Aquí tienes algunas opciones fáciles de incorporar en tu día a día.
1. Bebidas azucaradas → Agua infusionada
En lugar de refrescos o jugos industriales, elige agua natural con rodajas de frutas, hierbas frescas o especias. Así obtienes sabor sin exceso de azúcar ni calorías vacías.
2. Botanas empaquetadas → Frutos secos y semillas
En vez de papas fritas o galletas, prefiere nueces, almendras o semillas de girasol. Aportan grasas saludables, proteína y fibra que dan saciedad.
3. Pan blanco → Pan integral de grano entero
El pan industrial suele tener azúcares añadidos y poca fibra. El pan integral aporta más nutrientes, mejora la digestión y ayuda a mantener estables los niveles de energía.
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4. Embutidos → Proteínas frescas
En lugar de jamón o salchichas, elige pollo, pescado o legumbres. Son fuentes de proteína de mejor calidad y sin conservadores dañinos.
5. Postres industriales → Frutas frescas o preparadas
Los dulces y pasteles ultraprocesados pueden reemplazarse por frutas al natural, al horno o con un toque de canela, lo que ofrece sabor dulce y beneficios antioxidantes.
Así que ya lo sabes, sustituir ultraprocesados por alimentos frescos no sólo mejora la nutrición, también favorece la energía, la digestión y la prevención de enfermedades crónicas.