Los macronutrientes, los principales nutrientes que se obtienen de los alimentos, son los carbohidratos, las grasas y las proteínas. (La fibra se considera un tipo de carbohidrato).

Generalmente, tus comidas y refrigerios deben estar equilibrados entre los tres. En particular, añadir proteínas y grasas a las fuentes de carbohidratos ricos en fibra hace que los platos sean más sabrosos y te llenen más.

Por ejemplo, si comes una pieza de fruta, añadir una cucharada de mantequilla de frutos secos o un poco de queso te ayudará a sentirte más lleno que si comieras la fruta sola.

Sin embargo, no importa si tu dieta no es equilibrada en todo momento.

Conoce más: La importancia del balance entre macronutrientes en tu dieta diaria

Contar macronutrientes y seguir un plan de macronutrientes establecido no es necesario para la mayoría de las personas, excepto para los atletas, quienes buscan una composición corporal específica y deben ganar músculo o grasa por razones médicas.

Además, contar macronutrientes y obsesionarse con mantener un rango determinado puede llevar a una fijación poco saludable con la comida y las calorías, o causar trastornos alimenticios.

Por ello, es importante tomar en cuenta que algunas personas pueden prosperar con dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas y proteínas, o bajas en grasas y altas en carbohidratos. Sin embargo, incluso con estas dietas, el conteo de macronutrientes no suele ser necesario.

Por ejemplo, si te sientes mejor con una dieta baja en carbohidratos, simplemente elegir alimentos bajos en carbohidratos, como verduras sin almidón, proteínas y grasas, con más frecuencia que alimentos altos en carbohidratos, suele ser suficiente.

 

Fuente: Healthline