Los frijoles blancos quizás no sean tan comunes como otras variedades, pero siguen siendo una rica fuente de proteínas, fibra, ácido fólico y otros nutrientes esenciales. Incluir frijoles blancos regularmente en tu dieta se asocia con una mejor digestión, niveles adecuados de azúcar en sangre y un mejor control del peso.

En una investigación, se evaluó a adultos con sobrepeso u obesidad que consumieron cinco tazas de frijoles blancos cocidos a la semana durante un mes. Los resultados revelaron que los participantes experimentaron reducciones en la circunferencia de la cintura y en los niveles de azúcar sanguínea. Asimismo, los participantes masculinos reportaron reducciones en el colesterol total y en la frecuencia cardíaca.

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Por otra parte, los frijoles pintos son una excelente fuente de fibra, lo que los convierte en una opción ideal para la salud digestiva. Recordemos que la fibra favorece la regularidad intestinal y una microbiota intestinal saludable.

Consumir frijoles pintos cocidos y enfriados puede ofrecer beneficios adicionales debido al almidón resistente que se desarrolla durante este proceso. Varios estudios descubrieron que el almidón resistente favorece la salud intestinal y puede ayudar a controlar el apetito.

 

Fuente: Very Well Health