Verde-Amarillo: Niveles más elevados de potasio

Los plátanos ligeramente maduros (mayormente amarillos con toques verdes) se encuentran en una etapa nutricional intermedia. Parte del almidón resistente de los plátanos verdes ha comenzado a descomponerse, lo que los hace más dulces y fáciles de digerir, pero todavía conservan más fibra que los plátanos completamente maduros.

Minerales como el potasio y el hierro también pueden estar en su punto máximo durante esta etapa, pero sus niveles pueden cambiar según la variedad de plátano.

Los plátanos ligeramente maduros ofrecen un buen equilibrio: fibra moderada y almidón resistente, menos azúcar que los plátanos completamente maduros y un dulzor suave que no afecta el azúcar en sangre.

Son una excelente opción si buscas un dulzor natural a la vez que apoyas la salud intestinal con fibra prebiótica.

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Amarillo: La mejor fuente de energía rápida

En la etapa completamente amarilla, o madura, los plátanos son notablemente más dulces, ya que la mayor parte de su almidón se ha convertido en azúcares simples, como glucosa, fructosa y sacarosa. Tales azúcares simples se absorben rápidamente, lo que convierte a los plátanos maduros en una fuente de energía práctica y rápida. Los niveles de fibra en los plátanos maduros disminuyen, pero todavía aportan cantidades moderadas, lo que los hace más fáciles de digerir que los plátanos verdes.

La maduración también incrementa los niveles de antioxidantes, incluyendo flavonoides, fenólicos y carotenoides, que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y favorecer la salud inmunitaria y celular.

Este plátano clásico «de todos los días» ofrece energía rápida, una textura más suave y muchos beneficios antioxidantes, lo que lo convierte en una opción versátil para la mayoría de la gente.

 

Fuente: Very Well Health