La colina es un nutriente esencial que muchas veces se pasa por alto, pero que cumple funciones clave en el cuerpo, desde el desarrollo cerebral hasta el metabolismo de las grasas. Aunque el organismo produce una pequeña cantidad, la mayor parte debe obtenerse a través de la dieta.

¿Qué funciones tiene la colina?

  • Participa en la formación de la acetilcolina, un neurotransmisor fundamental para la memoria, el aprendizaje y el control muscular.
  • Contribuye al transporte y metabolismo de las grasas en el hígado, ayudando a prevenir la acumulación de grasa hepática.
  • Es necesaria para formar membranas celulares saludables, lo que impacta en la función de todos los órganos.
  • Durante el embarazo, apoya el desarrollo del sistema nervioso del feto, similar al ácido fólico.

Una deficiencia de colina puede provocar problemas hepáticos, trastornos neurológicos y afectar la salud cardiovascular.

¿Dónde se encuentra la colina?

Los alimentos ricos en colina incluyen:

  • Yema de huevo.
  • Hígado de res o pollo.
  • Pescados como salmón y bacalao.
  • Leche y productos lácteos.
  • Brócoli, coliflor y soya.
  • Frijoles y cereales integrales.

Los huevos son una de las fuentes más concentradas, por lo que incluirlos con regularidad puede ayudar a cubrir las necesidades diarias.

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¿Quiénes deben poner más atención a su consumo?

Las mujeres embarazadas, personas veganas o con dietas muy restrictivas pueden tener un mayor riesgo de deficiencia. En estos casos, un seguimiento nutricional puede ser útil para asegurar un aporte adecuado.

Consumir suficiente colina es esencial para mantener el cerebro, el hígado y el sistema nervioso en buen estado. Aumentar su presencia en tu alimentación puede tener un impacto positivo en tu salud general.

 

Fuente: National Institutes of Health