El clavo se usa a menudo para dar sabor a las carnes y al té chai. En la medicina tradicional, el clavo se utiliza para aliviar el dolor de muelas y fortalecer el sistema inmunitario.
Esta especia contiene el antioxidante eugenol, un compuesto fenólico que también se encuentra en las hojas de laurel y la canela. Algunas investigaciones han demostrado que el clavo posee un mayor contenido fenólico que la cúrcuma.
Cabe mencionar que el clavo puede interactuar con ciertos medicamentos y retardar la coagulación sanguínea. Consulta con un profesional de la salud de confianza sobre cómo incorporar el clavo de forma segura a tu rutina de bienestar.
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Por otra parte, el orégano fresco y seco ayuda a sazonar las salsas para pasta y los adobos de carne. Se ha demostrado que el orégano contiene una gran cantidad de compuestos fenólicos y flavonoides.
Asimismo, el orégano contiene numerosos antioxidantes, como el ácido rosmarínico, el carvacrol y el timol, que podrían tener propiedades antitumorales. Sin embargo, se requiere más investigación en humanos para confirmar dichos efectos.
La mayoría de las personas pueden añadir esta especia a sus comidas sin problemas. Quienes toman ciertos medicamentos para la diabetes y anticoagulantes deben consultar con su médico de cabecera sobre sus riesgos, sobre todo si deciden tomar un suplemento de orégano.
Fuente: Very Well Health
