Funcionarios y expertos de los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) iniciaron en Buenos Aires una reunión en la que buscarán definir un mecanismo común para prevenir y luchar contra el fenómeno de la falsificación de medicamentos.
Ésta es la primera reunión de carácter global que los Estados miembros de la OMS realizan para abordar la problemática de los productos médicos falsificados o de etiquetado engañoso.
Los expertos buscan definir las normas internacionales que garanticen el control de este tipo de medicamentos, «de modo de proteger la salud pública y facilitar el acceso a presentaciones asequibles, seguras, eficaces, legítimas y de calidad», según informó la OMS en un comunicado.
Peligro en la salud global
La OMS advirtió que la fabricación, distribución y venta de productos médicos de «calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación es un problema que afecta el acceso a un bien público global de salud y pone en peligro la salud de la población de todas las regiones y los Estados miembros».
«Además, menoscaba la confianza del público en los medicamentos que pueden salvar vidas, en los sistemas de salud y en los profesionales sanitarios, provocando un importante despilfarro de recursos del Estado y de las familias», explicó la organización.
Según el comunicado, en los últimos doce meses se ha informado a la OMS de unas 150 defunciones atribuidas principalmente a incidentes con productos médicos de este tipo, aunque se sospecha que esta cifra representa un nivel de notificación muy inferior a la situación real.
Factores que han generado este problema
La globalización, los mercados libres y la tecnología de internet han tenido un importante efecto de aceleración sobre la manera en la que los pacientes obtienen medicamentos. Pero la disponibilidad de equipos de fabricación, ingredientes farmacéuticos a granel, servicios de impresión digital y acceso por internet a los mercados mundiales antes inaccesibles ha convertido el comercio de estos productos en un fenómeno verdaderamente global y lucrativo.
Para combatir irregularidades en productos médicos, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entidad responsable en el continente americano, cooperan en el fortalecimiento de las capacidades nacionales y regionales, delineando estrategias que mejoren la calidad, seguridad y eficacia de los productos médicos.