Las personas que obtienen información sobre la pandemia de COVID-19 de las redes sociales tienen más probabilidades de recibir información errónea, así lo reportaron investigadores canadienses en un informe publicado recientemente en la revista Harvard Kennedy School Misinformation Review.

Sin embargo, aquellos que confían en los medios serios o tradicionales tienen menos probabilidades de tener percepciones erróneas. Y es más probable que se apeguen a las recomendaciones de salud pública, como el distanciamiento social, descubrió el equipo de investigación.

Para el trabajo, los investigadores analizaron millones de tweets, miles de noticias y una encuesta realizada a la población canadiense.

«Las plataformas como Twitter y Facebook se están convirtiendo cada vez más en las principales fuentes de noticias y desinformación para los canadienses y las personas de todo el mundo», indicó el investigador Aengus Bridgman, de la Universidad McGill en Montreal.

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«No obstante, en el contexto de una crisis como la de la COVID-19, existen buenas razones para preocuparse por el papel que el consumo de las redes sociales está desempeñando para impulsar las percepciones erróneas», apuntó Bridgman.

El experto y sus colegas encontraron que la información falsa sobre COVID-19 se encuentra más fácilmente en las redes sociales como Twitter que en los medios tradicionales.

Y detectaron grandes diferencias en los comportamientos y actitudes entre las personas que reciben sus noticias de las redes sociales en lugar de los medios tradicionales. Estas diferencias se mantuvieron incluso después de tener en cuenta factores como la alfabetización científica y las diferencias socioeconómicas.

Aquellos que usan las redes sociales regularmente son menos propensos a mantener el distanciamiento social y a ver la COVID-19 como una amenaza, pero para aquellos que obtienen su información de los medios de comunicación regulares, los investigadores encontraron que es todo lo contrario.

«Cada vez hay más pruebas de que la información errónea que circula en las redes sociales plantea riesgos para la salud pública», destacó el investigador Taylor Owen, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Max Bell en McGill. «Esto hace que sea aún más importante para los responsables políticos y las plataformas de redes sociales aplanar la curva de información errónea».

 

Vía: Health Day News