Se sabe que existen factores ambientales y genéticos que propician la aparición del cáncer. Sin embargo, la mayoría de los casos se relaciona con factores de riesgo asociados a estilos de vida no saludables, como el tabaquismo, el alcoholismo y la inactividad física.
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la incidencia y la muerte por cáncer en 26 tipos de tumores malignos en adultos de 30 años o más, tienen un fuerte vínculo con 17 comportamientos de vida que pueden modificarse.
El tabaquismo es el hábito con el mayor impacto negativo, seguido de la obesidad, el consumo de alcohol, la mala alimentación y la falta de actividad física. Fumar es causa de cáncer de pulmón, pero también afecta severamente órganos como la vejiga, el riñón, el páncreas, el estómago, el colon, el recto y el cuello uterino.
En tanto, el consumo de alcohol se ha asociado al cáncer oral, de esófago, mama, hígado, colon y recto. La obesidad, por su parte, es causa de cáncer de mama, endometrio, páncreas, riñón, colon y vesícula.
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A decir de Dale Shepard, especialista del Departamento de Hematología y Oncología Médica de Cleveland Clinic, el 42% de todos los casos de cáncer, y casi la mitad de las muertes por esta causa, se atribuyen a factores de riesgo que pueden prevenirse.
Lamentablemente, entre más factores de riesgo de estilo de vida se combinan, mayores son las probabilidades de desarrollar enfermedades. «Si una persona toma alcohol, está inactivo, tiene sobrepeso y una dieta deficiente, puede aumentar hasta un 20% el riesgo de cáncer rápidamente», aseguró.
Vía: Notimex
