Pueden comercializarse como juguetes o pasatiempos inofensivos, pero lo cierto es que, como ocurre con otros entretenimientos infantiles, cuando los juegos de los niños no son supervisados por un adulto, los peligros están más cercas de lo que te imaginas.

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El ímpetu natural de los menores les puede jugar una mala pasada dentro de los populares castillos y juegos inflables. Los niños al interior de ellos pueden saltar y hacer saltar a otros, sin control de los movimientos.

La ilusión de seguridad de estos juegos los hace sentirse confiados, pero desconocen, al igual que sus padres, que se pueden convertir en víctimas de accidentes como fracturas de huesos, torceduras y golpes en diversas partes del cuerpo.

El doctor Gary Smith, director del Centro de Investigación de Lesiones y Política en el Hospital Nacional Infantil de Columbus, Ohio, condujo un estudio en Estados Unidos que determinó que, el número de niños de 17 años o menos que recibieron tratamiento en salas de emergencia por lesiones ha subido junto con la popularidad de los castillos inflables, pasando de menos de 1.000 en 1995 a casi 11.000 en 2010. La cifra es el doble que en el 2008.

«Me sorprendió la cifra, en especial el rápido aumento en el número de lesiones», dijo el autor principal del estudio sobre la seguridad de los juegos usados comúnmente, por ejemplo, en cumpleaños infantiles.

Si bien en México no hay cifras oficiales, se estima que unos 30 niños en Estados Unidos son atendidos todos los días en salas de emergencia por fracturas óseas, torceduras, cortes y golpes causados por accidentes en estos juegos. En su mayoría se trata de menores que se caen dentro o fuera de los castillos, y muchos se lastiman cuando chocan con otros niños en medio de los saltos y la euforia.

Consejos para los padres:
El llamado para prevenir accidentes va de la mano con la prevención y la supervisión. Por esto se recomienda a los padres:

  • No dejar que los niños menores de seis años jueguen en inflables.
  • Tener a un niño jugando a la vez es lo más seguro, pero como no es muy realista, se recomienda que los niños jueguen en estos inflables sólo en grupos de edades y tamaños similares.
  • Los juegos bruscos, saltos y volteretas deben estar prohibidos, de lo contrario se aumenta la posibilidad de causar lesiones más peligrosas.
  • Siempre ten a un adulto observando cuando estos dispositivos estén en uso.
  • Los adultos (ya sean padres u operadores del centro de inflables) deben observar e intervenir si los niños participan en juegos bruscos o hacen saltos y volteretas.