Aunque los cálculos renales -también conocidos como piedras en los riñones- suelen presentarse con mayor frecuencia en adultos, tanto los adolescentes, los niños e incluso los bebés que nacieron de forma prematura pueden padecerlos.

La mayoría de los niños que desarrollan cálculos renales padecen enfermedades que aumentan los riesgos. Sin embargo, en algunos casos aparecen por razones desconocidas.

Se conoce como cálculos renales o piedras en los riñones a masas pequeñas y sólidas que pueden aparecer en el tracto urinario.

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Estas se forman cuando las sales y los minerales que se encuentran presentes en la orina se concentran en exceso o son alterados por algo y se cristalizan. Al cabo de semanas o meses, los cristales pueden agrandarse y formar piedras.

¿Cuáles son sus síntomas?

En la mayoría de los casos, los niños que padecen cálculos renales no presentan síntoma alguno hasta que estos se desplazan en los riñones o pasan al uréter. Los cálculos pequeños pueden pasar a través del tracto urinario y ser eliminados sin dolor ni complicaciones mediante la orina.

Por su parte, los cálculos más grandes pueden bloquear el tracto urinario y provocar síntomas como:

-Dolor punzante que comienza en un flanco o en la espalda.

-Dolor que se irradia a la parte inferior del abdomen y la ingle a medida que los cálculos se desplazan en el tracto urinario.

-Dolor que aparece y desaparece.

-Sangre en la orina (orina rojiza o marrón).

-Náuseas y vómitos.

-Necesidad urgente o ganas frecuentes de orinar.

-Fiebre y escalofríos.

¿Cuáles son las causas?

Algunos de los principales factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que un niño desarrolle piedras en los riñones son:

-Deshidratación (no tomar suficiente agua).

-Alimentación rica en azúcar, cafeína y sodio.

-Obesidad.

-Defectos en el tracto urinario.

-Ciertos medicamentos administrados en grandes dosis.

-Trastorno metabólico.

-Cistinuria (enfermedad hereditaria que hace que aumente la cantidad de cistina que pasa de los riñones a la orina).

-Enfermedades y afecciones como la gota (un tipo de artritis), otras afecciones renales, enfermedades que afectan la glándula tiroides o paratiroides y algunas infecciones del tracto urinario (ITU).

El tratamiento depende del tipo de cálculos y de su tamaño. En algunos casos, basta con beber agua en abundancia y tomar calmantes para eliminar el cálculo renal. Sin embargo, en el caso de los cálculos más grandes, puede requerirse cirugía u otros tratamientos que permitan sacarlos del tracto urinario.

Solamente un especialista en salud puede diagnosticar un caso de piedras en los riñones e indicar el tratamiento adecuado.

 

Vía: Kid’s Health