Como un poderoso estimulante, la metanfetamina, incluso en pequeñas dosis, puede aumentar la vigilia y la actividad física, así como disminuir el apetito. La metanfetamina también puede causar una variedad de problemas cardiovasculares, incluyendo frecuencia cardíaca rápida, latidos cardíacos irregulares y aumento de la presión arterial. Sumado a lo anterior, puede provocar hipertermia (temperatura corporal elevada) y convulsiones, las cuales suelen ocurrir con una sobredosis de la droga y, si no se tratan inmediatamente, pueden resultar en la muerte.

Se cree que la mayoría de los efectos placenteros de la metanfetamina son el resultado de la liberación de niveles muy altos del neurotransmisor dopamina. Recordemos que la dopamina está implicada en la motivación, la experiencia del placer y la función motora, y es un mecanismo de acción común para la mayoría de las drogas de abuso. También se cree que la liberación elevada de dopamina producida por la metanfetamina contribuye a los efectos deletéreos del fármaco sobre las terminales nerviosas en el cerebro.

Por ejemplo, un reciente estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry reveló que el consumo crónico de metanfetamina afecta gravemente el desempeño conductual (propicia comportamiento compulsivo, ansiedad, confusión, insomnio, trastornos del estado de ánimo) al alterar la transmisión sináptica entre las neuronas. También causa daño en el aprendizaje motor.

Además de las consecuencias neurológicas y conductuales del abuso de metanfetamina, los usuarios también sufren alteraciones físicas. Por ello, a continuación te enlistamos los efectos más comunes de este psicoestimulante, a fin de que evites su consumo y el de cualquier otra droga de abuso.

A corto plazo

  • Mayor atención y disminución de la fatiga
  • Mayor actividad y vigilia
  • Disminución del apetito
  • Euforia y prisa
  • Aumento de la respiración
  • Latidos cardíacos rápidos y/o irregulares
  • Hipertermia

A largo plazo

  • Adicción
  • Psicosis, incluyendo: paranoia, alucinaciones, actividad motora repetitiva
  • Cambios en la estructura y función del cerebro
  • Déficits en el pensamiento y habilidades motoras
  • Aumento de la distracción
  • Pérdida de memoria
  • Comportamiento agresivo o violento
  • Alteraciones del estado de ánimo
  • Problemas dentales graves (caries dental severa y pérdida de dientes [«boca de metanfetamina»])
  • Pérdida de peso
  • Llagas en la piel

 

Vía: National Institute on Drug Abuse / Molecular Psychiatry