La psoriasis no consiste solamente en una erupción cutánea, sino que es una afección que puede llegar a ser dolorosa e influir en el desarrollo normal de la rutina diaria. Aunque esta condición mejora durante el verano, es fundamental tener una protección correcta de las lesiones ante los rayos solares.

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La enfermedad de la psoriasis consiste en una inflamación crónica de la piel, que produce lesiones engrosadas y escamosas. Se genera por el mal funcionamiento del sistema inmunitario, que desencadena una producción excesiva de células cutáneas, que se encargan de reponer las capas de la piel que están en permanente renovación.

El verano es una de las estaciones más beneficiosas para quienes sufren de psoriasis. La mayor parte de los afectados experimentan una gran mejoría gracias a los baños de sol, en complemento con los baños de agua sulfurosa. Sin embargo, aunque existan estos efectos favorables, es primordial proteger la piel de los rayos ultravioleta. Las quemaduras de las lesiones pueden empeorar la situación de la patología.

Recomendaciones y prevención

No tomar el sol en las horas de mayor radiación, es decir, entre las 12 y 17 horas, es una medida para que las lesiones ocasionadas por la psoriasis no se agraven. Estas heridas pueden exponerse al sol durante unos minutos, pero después deben ser protegidas con una crema protectora solar o mediante la aplicación de productos naturales hidratantes, como los hechos a base de agua sulfurosa.

Al igual que la exposición solar, los baños en agua sulfurosa ayudan a mejorar la mayor parte de las lesiones producidas por la psoriasis.

Por otra parte, en la época estival, se incrementa el consumo de alcohol y tabaco gracias al mayor tiempo de ocio. El alcohol, de la misma forma que el sobrepeso, aumenta las probabilidades de enfermedad sistémica y complica  el control de las lesiones cutáneas. Asimismo el tabaco, además de sus consecuencias cancerígenas conocidas, contribuye a la inflamación y puede agravar la condición de la psoriasis.

La expansión de la psoriasis está vinculada a la cantidad diaria de cigarrillos fumados, especialmente en las mujeres y en las formas pustulosas de esta afección.

Por estos motivos, a las personas que padecen de psoriasis se les aconseja prescindir totalmente del consumo de alcohol y tabaco, ya que estos hábitos podrían empeorar de manera notable la enfermedad.