El agua contenida en las nubes no contiene sales, pero recoge algunas cuando se precipita mediante evaporación o lluvia. Cuando cae a la tierra comienza un recorrido hacia el mar, ya sea subterráneo o superficial, aumentando su contenido mineral; y según el área geográfica del planeta donde se ubique, la concentración de estos minerales será mayor o menor y el líquido tendrá diferentes características.

La acidez o alcalinidad se mide de acuerdo con el pH o potencial de hidrógeno en una escala que va de 1 a 14, donde 1 es el más ácido y 14 el más alcalino. El agua pura tiene un pH de 7, es decir, neutro.

«Los alimentos sólidos y líquidos que tienen un pH ácido ralentizan el metabolismo, lo que puede traer varios problemas de salud», indicó el ingeniero químico Alejandro Vargas, quien durante más de 25 años se ha dedicado a estudiar el agua así como sus beneficios a la salud.

Las células requieren cierto nivel de oxidación para degradar las grasas, es un proceso de combustión; y si las células no tienen oxígeno para hacerlo, se vuelven ácidas, lo que aumenta la probabilidad de que los microorganismos afecten al cuerpo. Si la combustión es correcta, no aumentamos nuestra masa corporal y tenemos un mejor metabolismo.

Cuando las células están demasiado acidificadas afectan el funcionamiento de algunos órganos, por ejemplo, el páncreas que es responsable de equilibrar la alcalinidad en el organismo. De manera que para cumplir su misión tiene que trabajar de más y deja a un lado la generación de insulina para regular los niveles de glucosa en sangre. Ahí es donde entra en acción el agua alcalina, cuyo pH es de 7.4 (o mayor), digamos un nivel semi-alcalino”, explicó el especialista.

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Según Vargas, en Japón, Corea del Sur y otros países asiáticos, se han llevado a cabo innumerables estudios que demuestran que beber agua alcalina equilibra el funcionamiento del páncreas y, por lo tanto, los niveles de glucosa.

«No es nuevo en el conocimiento humano que las dietas alcalinas son más beneficiosas que las ácidas, que se basan en carne y creaciones del hombre, como harinas y pastas», comentó.

El agua alcalina suele obtenerse a través de unos sistemas de filtración que pueden ser bastante costosos. Por suerte, también hay algunas fórmulas caseras que pueden ayudarte a preparar agua alcalina, sin que te cueste mucho e igual de efectivas. Las más sencillas son:

  1. Llena una jarra de agua pura y agrégale un limón cortado en 8 trozos, a la que también le añadirás una cucharadita de sal. Tápala durante 12 horas a temperatura ambiente.
  2. Hierve el agua durante 5 minutos y déjala enfriar (pH pasará de 7.2 a 8.4 aproximadamente).
  3. Agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio a un vaso de agua y vas a conseguir que el pH pase de 7.2 a 7.9.

Es recomendable beber dos litros de agua alcalina por día, y puede usarse en la preparación de bebidas o comidas, ya que ayuda a equilibrar la alcalinidad con los alimentos, por ejemplo, el café o la pasta que son de naturaleza ácida.

 

Vía: Agencia ID / Mejor Con Salud