Si conoces a alguien con autismo, es probable que hayas notado que rara vez miran a la gente a los ojos. Ahora, una nueva investigación sugiere por qué ocurre esto.

«Contrariamente a lo que se ha pensado, la aparente falta de interés interpersonal entre las personas con autismo no se debe a una falta de preocupación«, aseguró la doctora Nouchine Hadjikhani, coautora del estudio y directora de investigación neurolímbica en el Centro de Imágenes Biomédicas del Hospital General de Massachusetts.

De acuerdo con la experta, estas personas más bien muestran dicho comportamiento como una forma para disminuir una agitación excesiva desagradable, derivada de la sobreactivación de una región particular del cerebro.

Aunque evitar el contacto visual a menudo es considerado como un signo de indiferencia social o personal, muchas personas con autismo aseguran que mirar a los ojos les causa incomodidad o estrés, resaltaron los autores.

La nueva investigación rastreó el problema hacia una parte del cerebro que desencadena la atracción natural de los bebés a las caras y ayuda a las personas a percibir las emociones en los demás. Se le conoce como el «sistema subcortical», y es activado por el contacto visual.

Para aprender más, los autores del estudio monitorearon la actividad cerebral mientras varias personas con y sin autismo miraban imágenes de caras tanto libremente como limitándose a observar sólo el área de los ojos.

Conoce más: Sufrir brotes de fiebre durante embarazo puede asociarse con autismo en el bebé

Ambos grupos mostraron niveles similares de actividad cerebral al ver las imágenes de toda la cara.

Pero cuando a los participantes con autismo sólo observaron el área de los ojos, su sistema cerebral subcortical se sobreactivó, mostraron los resultados. Esto fue especialmente cierto cuando observaron rostros temerosos, pero también con aquellos que mostraban felicidad, enojo o que eran neutrales.

El estudio fue publicado recientemente en la revista Scientific Reports.

Los hallazgos podrían conducir a formas más eficaces de entablar una conversación con las personas con autismo, dijo Hadjikhani.

«Forzar a los niños con autismo a mirar a los ojos de alguien en la terapia conductual podría crear mucha ansiedad en ellos», advirtió la especialista.

Con base en lo anterior y de acuerdo con Hadjikhani, un enfoque que implique el habituarse lentamente al contacto visual podría ayudar a la gente con autismo a superar esta reacción excesiva y a poder manejar el contacto visual en el largo plazo, evitando así los efectos en cascada que esta abstinencia a mirar los ojos tiene en el desarrollo del cerebro social.

 

Vía: Health Day News