Los diabéticos serían dos veces más propensos a perder audición que las personas sin diabetes, según estudios científicos.

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Un estudio en el que participaron 694 norteamericanos de 28 a 85 años, puso de manifiesto que existen más pérdidas de audición entre los diabéticos menores de 60 años, que entre las demás personas en este grupo de edad. 

La diabetes parece afectar al sistema central de procesamiento auditivo, resultando en una audición significativamente peor entre los diabéticos. El examen de la función coclear del oído mostró, sin embargo, diferencias mínimas entre los diabéticos y no diabéticos. 

Estudios con resultados similares

En el 2008, un equipo de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés) había detectado un patrón similar en una muestra de más de 11.000 personas. 

Allí, los participantes diabéticos eran dos veces más propensos a tener una disminución auditiva que los participantes sin la enfermedad. 

Últimos hallazgos

En una revisión de estudios publicados, un equipo de investigadores japoneses descubrió también que el riesgo de pérdida auditiva crecía aún más en los diabéticos más jóvenes. 

El aumento del azúcar en sangre que provoca la diabetes podría producir la disminución auditiva al dañar los vasos sanguíneos de los oídos, según explica el equipo de Chika Horikawa, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Niigata, Japón.

Los autores reunieron información de 13 estudios previos sobre la relación entre la diabetes y la disminución auditiva publicados entre 1977 y el 2011. Juntos, los estudios brindaron información sobre 7377 diabéticos y 12.817 no diabéticos. 

El equipo halló que los diabéticos tenían 2,15 veces más riesgo que el otro grupo a tener hipoacusia. Pero al dividir la información según la edad, ese riesgo aumentaba 2,61 veces en los menores de 60 y 1,58 veces en los mayores de 60 años. 

Futuros estudios

En Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, el equipo escribe que los próximos estudios deberían tener en cuenta más factores de riesgo, como la edad y el ambiente, para explicar la relación entre la diabetes y la disminución auditiva. 

Aun así, Horikawa dijo que, con estos resultados, la diabetes debería empezar a reconocerse como un factor de riesgo de la pérdida de audición. 

«Asi mismo, estos resultados sugieren que la pérdida de audición debería empezar a controlarse en los diabéticos a una edad más temprana que en la población sin diabetes», dijo Horikawa, quien recordó que la pérdida auditiva también está asociada con un aumento del riesgo de depresión y demencia.