Mantenerte activa durante el embarazo es fundamental, pues puede ayudarte a sentirte más cómoda y a reducir el riesgo de padecer complicaciones.
Siempre que tu doctor no indique que hay una razón médica para que evites el ejercicio durante el embarazo, incluso puedes empezar en este periodo de tu vida a tener una actividad moderada. En todo caso y antes que nada, es importante que visites al especialista para que te diga específicamente lo que puedes o no hacer y durante cuánto tiempo.
Si no estás acostumbrada a hacer ejercicio, empieza con calma y divide tu actividad a lo largo de la semana.
Trata de hacer actividad aeróbica moderada, como caminar a paso rápido, bailar o nadar, por 2 horas y media a la semana.
Si haces ejercicios de fortalecimiento, no hagas fuerza levantando pesas grandes y en su lugar, con pesas ligeras, haz más repeticiones.
Evita los ejercicios que te podrían causar tensión de espalda.
Es importante que no aguantes la respiración mientras te ejercitas.
Descansa si en cualquier momento sientes dificultad para respirar o estás incómoda.
Toma mucha agua antes, durante y después de hacer ejercicio.
Evita las actividades de alto riesgo: como cualquier actividad que aumente el riesgo de caerte o donde podrías recibir un golpe en el vientre así como hacer ejercicio mientras estás acostada de espaldas después del primer trimestre.
Vía: Healthfinder
