llave-aguaMantener el entorno saludable es un paso importante para prevenir enfermedades. Podemos encontrar microbios en todas partes, ya sea en nuestro propio cuerpo como en artículos de uso cotidiano. Por ejemplo, los microbios que habitan en nuestras bocas y que podemos mantener inofensivos mientras nos lavemos los dientes y mantengamos una higiene bucal adecuada, evitando así que se forme una capa que puede provocar problemas en las encías y causar a la larga compilaciones más graves.

En el sistema de agua de la mayoría de los países desarrollados existen también algunos microbios, la mayoría de ellos totalmente inofensivos. Sin embargo existen algunas excepciones a esta regla.

Por ello, un equipo de investigadores del Tecnológico de Virginia, Estados Unidos, están buscando formas de enfrentar cuatro patógenos peligrosos que en ocasiones se pueden presentar en las instalaciones hidráulicas de casas u hospitales. La idea es combatir estos patógenos oportunistas con microbios inofensivos, es decir, a través de una aproximación probiótica a la limpieza de tuberías.

Este equipo científico publicó algunos resultados de su estudio en la revista de la Sociedad Americana de Química, Ciencia Ambiental y Tecnología. Los investigadores revisaron estudios sobre patógenos oportunistas que pueden colonizar el sistema de agua de alguna construcción, en algún punto entre la entrada de agua y el grifo. En este sentido, el estudio define un acercamiento probiótico para solucionar este problema, creando intencionalmente condiciones para la formación de comunidades microbiales o microbiomas deseables.

“Estamos apuntando hacia una nueva forma de pensar respecto al control de patógenos transmitidos por el agua”, señala Amy Pruden, profesora de Ingeniería Civil y Ambiental, cuyas investigaciones en agua sostenible son financiadas por el Instituto de Ingeniería Crítica y Ciencias Aplicadas.

“Tenemos nuevas herramientas, como la próxima generación de herramientas para secuenciar el ADN, las cuales han aparecido en los últimos cinco años”, señaló Pruden. Esto, explicó, permite acceder a una cantidad e información sin precedente sobre los microbios en todo tipo de ambientes, “incluyendo el agua potable ‘limpia’. Estas herramientas nos han sorprendido al mostrarnos el número y la diversidad de los microbios”. Tan solo en el suministro de agua doméstico pude haber miles de especies de bacterias, apuntó.

La investigación se ha focalizado en algunos patógenos oportunistas, entre ellas la Legionella, que causa la enfermedad del legionario y una forma leve de fiebre de Pontiac. También se estudió el  Mycobacterium avium Complex, que causa riesgos pulmonares y es la enfermedad más costosa transportada por agua en términos de visitas individuales a los hospitales. Finalmente, otro patógeno que se investigó fue el Pseudomonas aeruginosa, la causa principal de infecciones adquiridas en hospitales.

Además, se observaron amibas libres se patógenos, que son microorganismos huéspedes que pueden mejorar el crecimiento de bacterias patógenas en el agua, al protegerlas y proporcionarles un lugar para que se multipliquen.

Pruden señala que en los lugares que se cuenta con un sistema de agua potable confiable, es seguro tomar agua de la llave. En este sentido explica que estos patógenos son “oportunistas” porque son más peligrosos para personas que están enfermas, como aquellas que se encuentran hospitalizadas, y gente con el sistema inmune debilitado, incluyendo a las personas de la tercera edad.

Los patógenos provenientes de la heces fecales, señala, el investigador, son tratados a través de filtración y desinfección, ellos son “nativos de los animales de sangre cliente y no pueden sobrevivir largo tiempo fuera de su ambiente”. Frente a ello, los patógenos de una generación siguiente viven en “biocapas” en los sistemas de agua, “ necesitamos desarrollar una mejor comprensión de las condiciones y tipos de bacterias para tener una mejor oportunidad de combatir las enfermedades trasmitidas por agua”.

Vía: Medical News Today