madre-bebeUn nuevo estudio dio a conocer que los bebés prematuros que estuvieron más expuestos a las voces de adultos, como la de sus padres en una unidad de terapia intensiva neonatal, tendieron a obtener los resultados más altos en las pruebas de desarrollo.

«Esto es sobresaliente, una intervención fácil de implementar y económica para informar a las mujeres que visitan a sus hijos prematuros en la unidad de bebés», dijo la doctora Betty Vohr, quien fue la autora principal del estudio realizado en el Hospital de las Mujeres y los Niños de Providence en Rhode Island.

La investigación afirma que el feto está expuesto a la voz materna, pero que un bebé muy prematuro que permanece en la unidad neonatal oye los ruidos de los monitores y las máquinas, pero poca conversación humana.

Ante ello, los autores convocaron a las familias de 36 bebés clínicamente estables, pero que habían nacido antes de la 32ª semana de gestación y quedaron internados.

Los bebés que participaron del estudio utilizaron chalecos con dispositivos para registrar y analizar las conversaciones y los ruidos ambientales durante 16 horas, realizándose los registros a las 32 y 36 semanas de edad gestacional.

Aunque la cantidad de palabras que oyeron durante el estudio varió entre 144 y 26,000 de vocablos, los bebés estuvieron más expuestos a las palabras de los adultos a las 36 semanas que a las 32 semanas.

Luego, el equipo comparó los resultados con los valores de la escala para bebés Bayley-III, que evalúa el desarrollo motor, del lenguaje y la función cognitiva a los siete y 18 meses de edad, donde descubrió que tras tener en cuenta el peso al nacer, la cantidad de conversación a la que había estado expuesto un bebé a las 32 semanas representaba el 12 por ciento de la diferencia en el desarrollo del lenguaje y el 20 por ciento de la variación en la capacidad de comunicación a los 18 meses de vida.

La conversación a la que un bebé había estado expuesto a las 36 semanas explicó el 26 por ciento de la variación en el desarrollo de la función cognitiva a los siete meses de edad.

El equipo observó también que a mayor exposición a la voz adulta en la unidad neonatal del hospital donde se realizó el estudio, mayor puntaje en las evaluaciones del lenguaje y la función cognitiva infantil.

«Este sería el primer estudio que demuestra que la exposición temprana de los prematuros a una mayor cantidad de palabras de los adultos, está asociado positivamente con el desarrollo cognitivo y del lenguaje después del alta», concluyó el equipo.

La doctora Heidi Feldman, autora de un libro sobre la atención de los niños con discapacidad y especialista en desarrollo infantil de la Facultad de Medicina de Stanford University en California, consideró importante alentar a los padres a estar con sus hijos siempre que sea posible para hablarles y tocarlos suavemente en un lugar seguro, como la oreja o entre las cejas.

Vía: Reuters