La esofagitis eosinofílica (EE) es un trastorno inflamatorio crónico del esófago. Se produce cuando las células inmunitarias llamadas eosinófilos causan inflamación en el revestimiento del esófago.
La inflamación prolongada o recurrente del esófago puede causar diversos síntomas relacionados con la alimentación y la digestión. Los síntomas de la EE pueden aparecer a cualquier edad y varían con el tiempo y de una persona a otra. Pueden ser persistentes o intermitentes.
Debido a que los síntomas de la EE pueden ser difíciles de reconocer, el diagnóstico puede retrasarse.
Concretamente, diagnosticar la EE en niños muy pequeños no es frecuente, quizás debido a las bajas tasas de incidencia en este grupo de edad y a que los síntomas pueden ser difíciles de reconocer.
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Los síntomas de la EE en la población infantil suelen ser inespecíficos. No obstante, los más comunes entre los niños pequeños incluyen los siguientes:
- Rechazo de alimentos
- Ingesta limitada de alimentos (menos de la adecuada para su edad)
- Vómitos
- Irritabilidad
- Dolor abdominal
En conjunto, tales síntomas pueden provocar pérdida de peso y retraso del crecimiento. El dolor abdominal también puede contribuir a problemas de sueño.
A medida que los niños crecen y llegan a la edad escolar, a los padres les puede resultar difícil introducir nuevos alimentos en su dieta.
Para controlar los síntomas, los niños pueden desarrollar hábitos alimentarios adaptativos, como comer más despacio, masticar durante más tiempo y preferir alimentos o líquidos más blandos. Es posible que los padres deban cortar la comida de sus hijos en trozos muy pequeños para facilitarles la alimentación.
Fuente: Healthline