Dos estudios concretados en 2024 revelaron que añadir una cucharada de miel al yogur podría ayudar a que los probióticos sobrevivan más tiempo en el intestino. No obstante, una mayor supervivencia de los probióticos no implica necesariamente mayores beneficios para la salud digestiva.

Recordemos que la mayoría de las bacterias probióticas de alimentos fermentados como el yogur sobreviven a la digestión y pueden favorecer la salud intestinal cuando se consumen regularmente.

Con base en lo anterior, si deseas disfrutar de los beneficios del yogur pero no te gusta su sabor, añadir una pequeña cantidad de miel junto con fruta y frutos secos puede ser una buena opción.

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Sin embargo, los expertos advierten que es importante considerar que la miel es un tipo de azúcar añadido. Las pautas recomendadas por los profesionales de la salud recomiendan limitar los azúcares añadidos a menos del 10% de la ingesta calórica diaria total.

Una cucharada de miel posee alrededor de 64 calorías, y la gran mayoría son azúcares. Dependiendo de la cantidad de calorías que necesites cada día, esto podría representar fácilmente al menos un tercio de los azúcares añadidos que deberías consumir en tu dieta.

Los especialistas subrayan que es mejor añadir la miel uno mismo en lugar de comprar yogures con sabor a miel, ya que estos productos pueden contener edulcorantes artificiales.

 

Fuente: Very Well Health