madre-bebeEs común que unos padres que se encuentran esperando la llegada de su bebé le hablen a éste antes de su nacimiento. La sabiduría popular señala que esto es útil para el bebé, pero ¿cuánto puede ayudarlo en su desarrollo?

Un estudio realizado en Finlandia, publicado hace unas semanas por la Revista de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias señala que en realidad tiene utilidad esta práctica. La investigación, conducida entre 33 mujeres a partir de la semana 29 de embarazo y hasta el alumbramiento, sugiere la exposición de los fetos al estímulo sonoro provoca un aumento de la actividad cerebral, el estudio señala que existe “una correlación significativa entre la cantidad de exposición prenatal y la actividad cerebral, a una mayor actividad se asocia una mayor cantidad de exposición prenatal al discurso”.

El experimento consistió en que la mitad de las mujeres participantes escucharon de manera repetida, durante varias semanas, grabaciones que contenían la palabra inventada “tatata” y variaciones de este sonido. La otra mitad de las mujeres no escucharon nada. Una vez nacidos los bebés, éstos fueron expuestos al mismo sonido y los que lo escucharon durante el tiempo de gestación reaccionaron ante la palabra. Por su parte, el grupo de control no tuvo una reacción sensible. Esto sugiere que el cerebro comienza a aprender antes del nacimiento y que los estímulos que recibe causan desde la gestación cambios estructurales.

Los investigadores destacan en sus conclusiones que las experiencias prenatales tienen una marcada influencia en la precisión de la discriminación auditiva del cerebro. Esto podría ayudar, por ejemplo, en la adquisición del lenguaje durante la infancia. Los resultados de la investigación podrían implicar que es posible estimular un desarrollo auditivo temprano y, potencialmente, compensar dificultades de carácter genético como problemas en el habla o dislexia.

Fuente: Revista de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias