tabacoEl tabaquismo golpea todos los sectores y propicia el desarrollo de enfermedades graves, como el cáncer. Desafortunadamente, para las personas con esquizofrenia resulta aún más difícil dejar esta adicción.

A partir de un estudio dirigido por un grupo de especialistas del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), pudo descubrirse que el consumo de tabaco en personas con esquizofrenia es del 80%.

Esta suma tan alta refleja la dificultad que enfrenta este sector para dejar la nicotina, en comparación con el resto de la población, de acuerdo con el subdirector de Investigación Básica del Inmegen, José Humberto Nicolini Sánchez.

“Las cifras son muy impactantes. En Estados Unidos casi la mitad de los cigarros que se venden los consume alguien que tiene un diagnóstico psiquiátrico», subrayó el investigador.

Para el investigador, esto no implica del todo que la mitad de los fumadores tenga problemas de salud mental, pero sí nos dice que las personas con estos problemas fuman mucho más.

El proyecto que desarrolla el Inmegen se enfoca en evaluar los efectos de la nicotina en ratas —alteradas para simular la esquizofrenia en humanos—.

Conoce más: Evalúan la relación entre el consumo de cannabis en la adolescencia y el desarrollo de esquizofrenia

Los animales presentan síntomas que pueden relacionarse con este padecimiento, como el aislamiento social, la irritabilidad al contacto con otras ratas, el fracaso en pruebas de memoria de trabajo y las trabas de filtrado atencional.

“Al ponerles varias pruebas de atención, las ratas no filtran correctamente lo que está en su entorno, que es lo que se piensa que está pasando durante las alucinaciones”, apuntó.

Durante el estudio, los científicos estudiaron el efecto en la administración de nicotina de manera crónica y aguda, para entender si es verdad que la nicotina tiene efectos benéficos en la actividad cognitiva de los pacientes con esquizofrenia.

Los resultados preliminares arrojaron que las ratas sometidas a la administración aguda de nicotina mostraron una mejoría en la capacidad de atención y memoria de trabajo.

Esto no quiere decir que se recomiende fumar ante esta enfermedad. Para los investigadores, la importancia de este estudio radica en que debe entenderse mejor a las personas que fuman y padecen esta enfermedad mental.

“No se trata de decirles simplemente ¡dejen de fumar! se deben buscar alternativas para mejorar su condición cognitiva pero que no los expongan, como la nicotina, a los problemas de salud”, concluyó Humberto Nicolini.

 

Vía: Notimex