El llanto es la primera forma de comunicación verbal de un bebé. Desafortunadamente, los padres pueden sentir un alto grado de estrés y ansiedad cuando un bebé llora con frecuencia, especialmente si no existe una razón aparente.

Puede ser difícil entender qué es lo que está molestando al bebé en ese momento. Algunas posibles razones incluyen:

  • Hambre. Los recién nacidos quieren comer de día y de noche, con frecuencia cada 2 a 3 horas.
  • Dolor causado por gases y/o espasmos intestinales después de la alimentación. El dolor se presenta si el bebé ha sido alimentado demasiado o no se le han sacado los gases lo suficiente.
  • Cólicos. Muchos bebés desarrollan un patrón de llanto asociado con cólicos. El cólico es una parte normal del desarrollo que puede surgir por muchos factores.
  • Molestias, por ejemplo, al tener el pañal húmedo.
  • Sentirse demasiado caliente o demasiado frío. Los bebés también pueden llorar por sentirse demasiado envueltos en frazadas o por el deseo de que los abriguen bien.
  • Demasiado ruido, luz o actividad, lo cual puede agobiar al bebé de manera lenta o súbita.

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¿Qué hacer cuando un bebé está llorando?

Cuando no tengas certeza sobre las razones por las cuales tu bebé está llorando, trata de eliminar las fuentes que se puedan contrarrestar. Ejemplo:

  1. Asegúrate de que el bebé está respirando con facilidad —y de que los labios y los dedos de manos y pies estén tibios y de color rosado—.
  2. Verifica si hay hinchazón, enrojecimiento, humedad, sarpullidos, brazos o piernas retorcidos, lóbulos de las orejas doblados o dedos de manos y pies comprimidos.
  3. Cerciórate de que el bebé no tenga hambre. No esperes mucho cuando el bebé muestre señales de tener hambre.
  4. Asegúrate de estar alimentando al bebé con la cantidad apropiada y sacándole los gases en la forma correcta.
  5. Revisa para cerciorarte de que el bebé no tenga demasiado frío ni demasiado calor. De igual forma, revisa si es necesario cambiar el pañal.

No olvides hablar con tu bebé, el sonido de tu voz puede ser tranquilizante. Si eso no funciona, carga al bebé y colócalo cerca de tu pecho. Algunas veces, los bebés necesitan experimentar sensaciones familiares.

Si el llanto continúa por un período superior a lo usual y no logras consolar al bebé con ninguno de los métodos mencionados, busca orientación con un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos