De acuerdo con la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, un desgarro vaginal puede ocurrir durante el parto. También llamada laceración perineal, es un desgarro en el tejido (piel y músculo) alrededor de la vagina y el perineo. El área perineal (también llamada perineo) es el espacio entre la abertura vaginal y el ano.

Durante un parto vaginal típico, la piel de la vagina se prepara para el parto al adelgazarse. Esta parte de tu cuerpo está diseñada para estirarse y permitir que la cabeza y el cuerpo del bebé pasen sin trauma. Sin embargo, existen varias razones por las que puede ocurrir un desgarro vaginal, las cuales pueden incluir:

  • Un bebé grande.
  • Un parto muy rápido (la piel no ha tenido tiempo de estirarse y adelgazarse).
  • Uso de fórceps durante el parto.

¿Qué tan graves son los desgarros vaginales?

Existen varios grados diferentes de desgarros vaginales, y cada uno está determinado por la gravedad del desgarro.

  • Desgarro de primer grado: el desgarro menos grave, esta pequeña lesión involucra la primera capa de tejido alrededor de la vagina y el área perineal.
  • Desgarro de segundo grado: este segundo nivel de esta lesión es en realidad el desgarro más común durante el parto. El desgarro es un poco más grande aquí y se extiende más profundamente a través de la piel hasta el tejido muscular de la vagina y el perineo.
  • Desgarro de tercer grado: un desgarro de tercer grado se extiende desde la vagina hasta el ano. Este tipo de desgarro implica lesiones en la piel y el tejido muscular de la zona perineal, así como en los músculos del esfínter anal. Estos músculos controlan sus evacuaciones intestinales.
  • Desgarro de cuarto grado: este es el tipo de desgarro menos común durante el parto. Extendiéndose desde la vagina, a través del área perineal y los músculos del esfínter anal hasta el recto, esta lesión es el tipo de desgarro más severo.

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Causas

Un desgarro vaginal durante el parto puede ocurrir por diversas razones. Algunos factores que pueden ocasionar dicho desgarro pueden incluir:

  • Es tu primer parto.
  • La posición del bebé (partos boca arriba).
  • Uso de fórceps o ventosa durante el parto.
  • Un bebé grande (más de 3.6 kilos).
  • Haber tenido una episiotomía.
  • Ser de etnia asiática.

Tratamiento

El tratamiento de un desgarro vaginal depende de la gravedad de la lesión. En un desgarro de primer grado, es posible que no necesites puntos. En un desgarro de segundo, tercer y cuarto grado, recibirás puntos para reparar la lesión. Los puntos se disolverán por sí solos en seis semanas. En algunos de los casos más graves, es posible que tu proveedor de atención médica deba reparar la lesión del esfínter anal. Esto también se hará con puntadas solubles. Es posible que sientas algunas molestias en las semanas posteriores al parto mientras se cura el desgarro.

Si estás embarazada y deseas saber más sobre el desgarro vaginal durante el parto, consulta a tu médico.

 

Fuente: Cleveland Clinic