Durante los primeros meses de tu bebé, los chupones pueden parecer un salvavidas, sobre todo si ayudan a tu hijo(a) a conciliar el sueño más fácilmente a la hora de la siesta o a calmarse durante los momentos molestos. El uso del chupón en el lactante debe retrasarse hasta que la lactancia esté bien establecida, generalmente alrededor de las 3-4 semanas de vida. Muchos niños pierden interés en los chupones entre los 2 y los 4 años, pero es posible que desees que tu hijo(a) deje el hábito antes. Si tu bebé tiene apego por los chupones, es posible que debas iniciar una lucha si crees que es hora de que deje de hacerlo. Afortunadamente, existen varias estrategias apropiadas para la edad que los padres pueden utilizar.

En primer lugar, no debes intentar que tu hijo(a) deje el hábito del chupón antes de los 6 meses, ya que los chupones pueden ser beneficiosos para los bebés. Esto porque pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño y se ha demostrado que reducen el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

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Asimismo, quizás sea preferible que tu bebé deje de usar chupón antes de su primer cumpleaños, en lugar de esperar hasta que sea más grande. El uso prolongado del chupón a veces puede ocasionar:

  • Infecciones de oído frecuentes
  • Problemas dentales o de ortodoncia
  • Problemas del habla

Cuando decidas que es hora de que tu bebé deje los chupones, prepárate para un niño quisquilloso a corto plazo. Tú también puedes volverte irritable. Sin embargo, es importante que te mantengas firme; no retrocedas ni vuelvas a introducir el chupón después de haber decidido deshacerte de él.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health