De acuerdo con Michigan Medicine (Estados Unidos), las fórmulas para bebés tardan dos veces más en digerirse que la leche materna. Esta digestión más lenta de la fórmula infantil puede afectar lo siguiente:

  1. Frecuencia de la alimentación. Los bebés que toman fórmula infantil generalmente quieren alimentarse con menos frecuencia que los bebés que están amamantando.
  2. Movimientos intestinales. La fórmula para bebés causa heces fecales de color marrón y bien formadas que tienen un olor notable. La leche materna produce heces blandas y amarillas que tienen menos olor.

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La leche materna, a diferencia de la fórmula, posee anticuerpos. La lactancia materna puede reducir el riesgo de que tu hijo(a) contraiga muchos tipos de infecciones. La leche materna también puede ayudar a proteger a tu bebé de algunos problemas de salud, como la diabetes. Para obtener más información sobre la leche materna o la leche de fórmula, consulta a tu médico.

NOTA IMPORTANTE: Al igual que ocurre durante el embarazo, una vez que inicia la lactancia la madre debe tener mucho cuidado con lo que come y bebe, así como con los medicamentos que toma, pues pueden llegar al bebé a través de la leche materna. Por tal motivo, en muchas ocasiones en las que la madre debe seguir un tratamiento médico, se contraindica la lactancia natural. En estos casos, la leche de fórmula será indudablemente la opción más indicada.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health / Come con Salud