La actividad física en el embarazo es esencial, tanto para la salud de la madre como para el desarrollo del bebé. Además, se ha demostrado que el ejercicio incide en el funcionamiento de la placenta, logrando mejores niveles de oxígeno para el feto y menor acidez en la arteria del cordón umbilical.

De acuerdo con especialistas de la Universidad de Granada (UGR), en España, esto permite reducir las posibilidades de partos por cesárea. Sus cifras indican que las madres más sedentarias durante el segundo trimestre de embarazo, suelen dar a luz mediante cesáreas; en tanto, las que practican ejercicio de cualquier intensidad tienen partos normales.

“Practicar ejercicio podría dar indicios de un funcionamiento óptimo, tanto de la placenta como de los mecanismos compensatorios del feto ante las restricciones de flujo sanguíneo, producidas por las contracciones durante el parto”, detalló la científica Laura Baena García.

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Recomendaciones

  • Comienza con ejercicios suaves. Detente si empiezas a sentirte muy cansada, si tienes falta de aliento o dolor.
  • Con el tiempo, poco a poco y de manera gradual, haz ejercicio más vigoroso.
  • Si has hecho ejercicio antes de embarazarte es probable que puedas continuar haciéndolo, pero deberás realizarlo a un ritmo más tranquilo.
  • Considera la posibilidad de caminar, nadar, montar en bicicleta y realizar aeróbicos de bajo impacto. Estos suelen ser más cómodos durante el embarazo.

 

Vía: Notimex