Con la llegada de los frentes fríos, la piel tiende a resecarse y volverse más sensible debido a las bajas temperaturas, el viento y la menor humedad en el ambiente. Estos factores pueden provocar irritación, descamación y un aspecto opaco en la piel.
Para mantener una piel sana y protegida durante esta temporada, es importante adoptar una rutina de cuidados específicos.
1. Hidratación intensiva
La piel necesita una mayor hidratación durante los meses fríos. Opta por cremas y lociones hidratantes ricas en ingredientes humectantes, como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas, que ayudan a retener la humedad en la piel.
2. Uso de protector solar
Aunque el sol parezca menos intenso en invierno, los rayos ultravioleta siguen afectando la piel. Usar un protector solar de amplio espectro (SPF 30 o superior) todos los días ayuda a prevenir el daño solar y el envejecimiento prematuro. No olvides aplicarlo en zonas expuestas como el rostro, el cuello y las manos.
3. Evitar baños con agua caliente
Los baños largos y con agua muy caliente eliminan los aceites naturales de la piel, lo cual aumenta la sequedad. Es preferible usar agua tibia y limitar el tiempo en la ducha. Además, es recomendable optar por jabones suaves o syndets (detergentes sin jabón) para evitar irritación.
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4. Proteger las zonas expuestas
La cara, las manos y los labios son especialmente vulnerables al frío y al viento. Usa guantes, bufandas y bálsamo labial para proteger estas áreas. Los bálsamos labiales a base de ingredientes como manteca de karité y vitamina E son ideales para evitar la resequedad y agrietamiento en los labios.
5. Humidificar los espacios interiores
La calefacción y el uso de estufas reducen la humedad en el ambiente, lo que contribuye a la sequedad de la piel. Un humidificador ayuda a mantener la humedad en el aire, lo cual beneficia tanto la piel como las vías respiratorias. Colocarlo en la habitación o en el área donde pasas más tiempo puede hacer una gran diferencia.
6. Beber suficiente agua
En invierno, solemos olvidar la importancia de la hidratación interna. Beber agua, infusiones y otros líquidos ayuda a mantener la piel hidratada desde dentro.
Implementar estos cuidados ayuda a proteger la piel ante los frentes fríos, manteniéndola saludable, suave y con un aspecto radiante durante toda la temporada.
Fuente: Mayo Clinic