Las garrapatas son criaturas de 8 patas (arácnidos) que viven en zonas boscosas y cubiertas de hierba. Las garrapatas se adhieren a un huésped humano cuando la persona pasa por hojas, pasto, etc. Estas no saltan ni caen sobre las personas, pero una vez que están en una, las garrapatas se trasladan a un lugar cálido y húmedo (p. ej., axila, ingle, parte posterior de la rodilla, línea del cabello), donde se introducen en la piel del huésped y se alimentan de su sangre.

Aunque la mayoría de las garrapatas son inofensivas, algunas transmiten enfermedades (p. ej., enfermedad de Lyme, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, fiebre de las garrapatas de Colorado) a su huésped. Ciertas garrapatas pueden incluso inyectar veneno que provoca una parálisis temporal en su huésped (llamada parálisis por garrapata).

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Por ello, aquí te decimos como remover adecuadamente una garrapata incrustada:

  1. Lávate las manos.
  2. Limpia unas pinzas hirviéndolas o vertiendo una solución antiséptica (p. ej., alcohol isopropílico) sobre ellas.
  3. Con las pinzas, agarra la garrapata lo más cerca posible de su cabeza o boca y sácala con un movimiento lento y constante. Ten cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel y asegúrate de eliminar por completo todas las partes de la garrapata. Nota: asegúrate de no torcer el cuerpo de la garrapata al sacarlo.
  4. Lava completamente el área con agua y jabón.
  5. Después de que la garrapata se haya eliminado por completo, mantente atento(a) durante las próximas semanas para detectar signos de infección o enfermedad, especialmente si es probable que la garrapata haya estado adherida durante más de 24 horas. (consulta cuándo buscar atención médica).

 

Fuente: Skinsight