El agua del grifo no es estéril, lo que significa que podría tener gérmenes. Incluso cuando el sistema de abastecimiento de agua funciona correctamente, todavía puede estar presente una cantidad significativa de gérmenes que ocurren naturalmente en el medio ambiente.

Cuando estos gérmenes ingresan a las tuberías dentro de una casa o edificio, podrían crecer y multiplicarse si las condiciones son las adecuadas. Por ejemplo, esto puede suceder cuando los grifos no se abren durante largos períodos de tiempo y el agua se queda quieta dentro de las tuberías.

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La mayoría de las personas quizás saben que los gérmenes nocivos transmitidos por el agua pueden causar enfermedades estomacales, como vómitos o diarrea, si se tragan. Sin embargo, estos gérmenes también pueden dar lugar a enfermedades en órganos como el cerebro, los pulmones, los ojos o la piel.

Por ello, es importante que tomes medidas para que tú y tu familia se protejan de los gérmenes transmitidos por el agua dentro de su hogar. Estas incluyen:

  1. Lava bien y enjuaga tus grifos y cabezales de ducha si no han sido usados recientemente.
  2. Procura limpiar, desinfectar y darle mantenimiento a todos los dispositivos que utilizan agua en tu hogar.
  3. Comunícate con tu empresa o institución de agua local.
  4. Mantén seguras las fuentes de agua privadas.
  5. Avísale al administrador de tu edificio, propietario o arrendador si has notado que el agua cambia de color o emite algún olor raro.

 

Fuente: Centers for Disease Control and Prevention (CDC)