Según un experto,  debes estar al pendiente del dolor en las piernas al caminar o realizar otras actividades, ya que podrÃa ser un sÃntoma de enfermedad arterial periférica.
La enfermedad arterial periférica (EAP) se desarrolla en silencio, estrechando los vasos sanguÃneos hasta que un déficit en el suministro de nutrientes y oxÃgeno causa calambres y dolor en las piernas, asà lo indicó el doctor Faisal Aziz, jefe de cirugÃa vascular en el Centro Médico Milton S. Hershey de Penn State Health (Estados Unidos).
«El dolor con esfuerzo fÃsico es una señal clásica y distintiva», subrayó Aziz. «Cuando la condición se agrava, puede formar heridas en las piernas que no sanan y pueden ennegrecer el pie o los dedos de los pies».
Los factores de riesgo que aumentan el riesgo de desarrollar EAP incluyen:
- Ser hombre
- Ser adulto mayor de 65 años
- Fumar
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Diabetes no controlada
- Enfermedades del corazón
Cualquier persona que tenga estos factores de riesgo y dolor en las piernas debe hablar con su médico a la brevedad, aconsejó Aziz.
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«Si no estás haciendo ejercicio o caminando lo suficiente, ni siquiera sabrás que tienes EAP hasta que haya progresado en silencio», advirtió. «La mayorÃa de los médicos también recomendarán que camines más para ayudar a controlar la afección, pues eso alienta a tu cuerpo a formar otros vasos alrededor del bloqueo».
Los medicamentos que tratan algunos factores de riesgo, como la presión arterial alta, el colesterol y los niveles de insulina, pueden ser útiles, pero la enfermedad arterial periférica no se puede revertir una vez que comienza.
«Los bloqueos que se presenten en los vasos sanguÃneos no desaparecerán a menos que se les coloquen stents o un bypass», señaló Aziz. «Pero la modificación de los factores de riesgo puede retrasar la progresión de la enfermedad».
En los casos en donde caminar no mejore la condición, se puede ayudar al 70% al 80% de los pacientes con procedimientos mÃnimamente invasivos, en los que se colocan globos o stents en los vasos sanguÃneos para mejorar la circulación.
Los casos más graves pueden requerir derivación quirúrgica, donde la sangre se redirige desde el vaso dañado a uno bueno cercano, concluyó Aziz.
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