tierra-iDurante la 67 Edición de la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra actualmente en Ginebra, la secretaria de Salud, Mercedes Juan, afirmó que México coincide con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en que el cambio climático es una amenaza emergente para la salud pública.

Asimismo, mencionó que esta situación demanda nuevas acciones que permitan proteger a la población y enfatizó que es el momento de sumar esfuerzos para hacer un medio ambiente sano.

“Los Estados miembros debemos seguir colaborando con la OMS para consolidar las acciones de nuestros ministerios, para hacer frente a los efectos en la salud ocasionados por el cambio climático”, mencionó la funcionaria.

La influencia en el cambio climático en los determinantes sociales y ambientales de la salud, como el aire limpio, el agua potable, la vivienda segura y alimentos suficientes, fueron algunos de sus señalamientos durante la participación que tuvo en la Reunión Plenaria de esta Asamblea con el tema “Relación entre clima y salud”.

En este sentido, se refirió particularmente a los fenómenos meteorológicos.

Y es que el país ha manifestado un aumento en la frecuencia e intensidad de huracanes e inundaciones; lo cual supone un peligro para la población que habita los litorales, mientras se registra un aumento en los riesgos de dispersión de enfermedades transmitidas por vector, principalmente de dengue.

Para hacer frente a los impactos de este fenómeno, el gobierno ha puesto en marcha la Estrategia Nacional de Acción Climática.

Así, México se ha comprometido a que todos los sectores involucrados en la emisión de gases invernadero reduzcan sus emisiones; de igual forma, como eje de estas acciones, recientemente se integró a la administración pública el nuevo Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y se publicó la Ley General de Cambio Climático que, entre otras medidas, ordena la incorporación de una Comisión Intersectorial.

Esta Comisión aprobó el Programa Especial de Cambio Climático 2013-2018 en el que se contempla la elaboración de un atlas nacional de riesgos, así como la consolidación del programa que permita acciones en urgencia epidemiológicas y en desastres, así como el fortalecimiento de los planes de contingencias sanitarias y la alerta temprana para zonas vulnerables.

Vía: Secretaría de Salud