La diabetes tipo 1 se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. Con esta enfermedad, una infección o algún otro desencadenante hace que el cuerpo ataque por error las células beta productoras de insulina en el páncreas. 

La tendencia a desarrollar enfermedades autoinmunes, incluyendo diabetes tipo 1, puede ser heredada a través de los padres. A decir de especialistas, mantener una alimentación saludable y realizar actividad física regularmente puede ayudar a controlar esta enfermedad. 

Conoce más: 5 señales de alerta para detectar diabetes tipo 1 niños

¡Sigue estos consejos!

  1. Al revisar tu nivel de azúcar en la sangre, procura reconocer qué alimentos son los que más elevan o bajan tu nivel de azúcar. Esto te ayudará a ajustar tus dosis de insulina a comidas o actividades específicas para evitar que el azúcar en la sangre llegue a estar demasiado alta o baja.
  2. Investiga y sigue las recomendaciones de la Asociación Americana para la Diabetes y la Academia de Nutrición y Dietética. Igualmente, consulta a un dietista profesional o un nutricionista.
  3. Ejercítate, considera que la actividad física ayuda a controlar la cantidad de azúcar en la sangre. También sirve para quemar el exceso de calorías y de grasa para lograr un peso saludable.

¿Cómo saber si padeces diabetes tipo 1?

Los siguientes síntomas pueden ser los primeros signos de diabetes tipo 1. O pueden ocurrir cuando el nivel de azúcar en la sangre está alto:

  • Estar muy sediento.
  • Sentirse hambriento.
  • Sentirse cansado a toda hora.
  • Tener visión borrosa.
  • Sentir entumecimiento u hormigueo en los pies.
  • Perder peso a pesar de un aumento del apetito.
  • Orinar con mayor frecuencia.

Después de muchos años, la diabetes puede llevar a problemas de salud graves, y como resultado, muchos otros síntomas.

No olvides hablar con un especialista antes de iniciar cualquier programa de ejercicios. Las personas con diabetes tipo 1 deben tomar medidas especiales antes, durante y después de cualquier ejercicio o actividad física.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos