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La forma en que comemos no sólo influye en nuestro peso, también afecta directamente cómo el cuerpo maneja la glucosa. La crononutrición estudia cómo los horarios de las comidas impactan el metabolismo, un aspecto especialmente relevante para quienes viven con diabetes o buscan prevenirla.

Ajustar los tiempos de alimentación puede ayudar a mejorar el control del azúcar en sangre y fortalecer la salud integral.

¿Cómo influye el horario de las comidas en la glucosa?

Nuestro cuerpo sigue ritmos circadianos que regulan hormonas, digestión y niveles de energía. Cuando comemos a horas regulares, la insulina funciona de manera más eficiente, lo que facilita que la glucosa entre en las células sin generar picos peligrosos. En cambio, comer muy tarde o de manera irregular puede alterar este equilibrio y aumentar la resistencia a la insulina.

Beneficios de mantener horarios estables

Establecer rutinas alimentarias evita fluctuaciones bruscas de azúcar, lo que ayuda a controlar el apetito y reduce la probabilidad de consumir excesos. Además, respetar horarios:

  • Favorece un mejor descanso nocturno.
  • Fortalece el metabolismo y mejora la digestión.

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Recomendaciones prácticas de crononutrición

Desayunar dentro de las primeras dos horas después de despertar, evitar cenas pesadas y procurar que el último alimento ocurra al menos dos o tres horas antes de dormir son prácticas que pueden favorecer el control glucémico. Distribuir los alimentos en horarios similares cada día también mejora la respuesta del organismo a la insulina.

Adoptar principios de crononutrición puede ayudarte a mantener niveles de glucosa más estables, sentirte con mayor energía y proteger tu salud a largo plazo. ¡Tu bienestar lo merece cada día!

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health