Cualquier persona que tenga un niño que muestre signos o síntomas de diabetes debe acudir con un médico a la brevedad para un chequeo. Si se presentan signos de cetoacidosis diabética (CAD), es recomendable contactar inmediatamente con los servicios de emergencia.

El diagnóstico de diabetes tipo 1 requerirá de un análisis de sangre. Tales pruebas pueden medir varios aspectos de las funciones corporales que podrían indicar diabetes. La mayoría de los médicos utilizan una prueba aleatoria de glucosa en plasma para diagnosticar la diabetes tipo 1. Esto involucra controlar el nivel de azúcar sanguínea en el momento de la prueba. Un nivel de azúcar en sangre de más de 200 miligramos por decilitro (mg/dl) es un indicador de diabetes.

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Los profesionales de la salud también pueden utilizar otras pruebas para diagnosticar la enfermedad. Estas suelen incluir pruebas de azúcar en sangre después de ciertas horas en ayunas. La prueba A1C es una medición de los niveles promedio de azúcar sanguínea durante los últimos meses. Las pruebas de tolerancia a la glucosa miden el nivel de azúcar en sangre antes y después de una bebida que contiene glucosa.

Un médico también puede comprobar la existencia de autoanticuerpos si sospecha que el menor padece diabetes tipo 1. Los autoanticuerpos son sustancias que sugieren que el sistema inmunológico está atacando tejidos corporales sanos. Los médicos también pueden comprobar si hay presencia de cetonas mediante una muestra de orina. Las personas con diabetes tipo 2 no poseen autoanticuerpos en la sangre y es poco probable que tengan cetonas en la orina.

 

Fuente: Medical News Today