La diabetes tipo 1 alguna vez se conoció como diabetes juvenil. Esto se debe a que con frecuencia se diagnostica en niños y adultos jóvenes. En contraste, la diabetes tipo 2 generalmente se diagnostica en adultos mayores. Sin embargo, ambos tipos se pueden diagnosticar a casi cualquier edad.
De acuerdo con un estudio realizado en 2015, los síntomas de la diabetes tipo 1 en los niños incluyen los siguientes:
- Pérdida de peso
- Mojar la cama u orinar con más frecuencia
- Sentirse débil o con fatiga
- Tener hambre o sed con más frecuencia
- Cambios de humor
- Visión borrosa
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Al igual que en los adultos, los niños con diabetes tipo 1 deben recibir tratamiento con insulina.
Recientemente se aprobó la primera generación de un páncreas artificial para su uso en niños. Este dispositivo se inserta debajo de la piel y ayuda a medir el azúcar en sangre de forma continua, liberando automáticamente la cantidad correcta de insulina según sea necesario.
La mayoría de los niños todavía utilizan métodos manuales para inyectarse insulina y controlar su glucosa sanguínea. Particularmente en los niños pequeños, esto requiere mucho trabajo por parte de los padres para mantenerlos seguros y saludables.
Pese a lo anterior, los niños con diabetes tipo 1 pueden vivir vidas saludables y satisfactorias.
Fuente: Healthline
