La diabetes gestacional implica tener un nivel alto de azúcar en la sangre (glucosa), el cual se desarrolla durante el embarazo y, generalmente, desaparece después del parto.

Puede ocurrir en cualquier etapa del embarazo, pero es más común durante el segundo o tercer trimestre.

Esta ocurre cuando tu cuerpo no puede producir suficiente insulina, una hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar sanguínea, para satisfacer tus necesidades adicionales durante el embarazo.

La diabetes gestacional puede causarte problemas tanto a ti como a tu bebé durante el embarazo y después del parto. Sin embargo, los riesgos se pueden reducir si la condición se detecta temprano y se maneja bien.

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Tu riesgo de diabetes gestacional aumenta si:

  1. Tienes sobrepeso
  2. Eres mayor de 25 años
  3. Tuviste diabetes gestacional durante un embarazo previo
  4. Has dado a luz a un bebé que pesa más de 4 kilos
  5. Tienes antecedentes familiares de diabetes tipo 2
  6. Tienes síndrome de ovario poliquístico (SOP)

Si alguno de estos factores aplica para ti, se te debe ofrecer una prueba de detección de diabetes gestacional durante tu embarazo.

RECUERDA: Si has tenido diabetes gestacional antes y estás planeando quedar embarazada, procura hacerte un control de la enfermedad. Tu médico de cabecera puede organizar esto.

Si padeces diabetes, debe ser remitida a una clínica de preconcepción de diabetes para obtener apoyo y garantizar que su afección esté bien controlada antes de quedar embarazada.

 

Fuente: NHS / Healthline