El déficit de yodo durante el periodo de gestación tiene efectos dañinos en el desarrollo cognitivo del feto. Por ende, es de suma importancia una nutrición correcta durante el embarazo y los primeros años de vida del bebé, de modo que su cerebro se desarrolle sin inconvenientes.

Deficit-Yodo-afecta-feto

La carencia de yodo en la alimentación de las mujeres embarazadas también puede derivar en enfermedades tiroideas en el niño durante el embarazo y la lactancia.

En el primer trimestre del embarazo, el feto aún no ha desarrollado completamente su tiroides, por lo que la madre debe generar las hormonas suficientes para cubrir sus necesidades propias, pero también las del hijo.

Yodo en la nutrición de una embarazada

El yodo consiste en un micronutriente fundamental, ya que se encarga de la intervención de la síntesis de hormonas tiroideas, que están involucradas tanto en el desarrollo cerebral como en el crecimiento y control del metabolismo del menor.

Una investigación llevada a cabo por el proyecto europeo Nutrimenthe, arrojó que a los 8 años de edad del niño existen tres puntos de diferencia en el coeficiente intelectual de los menores nacidos de madres con bajas concentraciones de yodo en los primeros meses de gestación, en contraste de los bebés nacidos de madres con niveles de yodo por sobre los parámetros mínimos.

Los requerimientos mínimos de yodo son:

  • 50 microgramos diarios, desde el nacimiento hasta los 12 meses de vida.
  • 90 microgramos diarios entre 1 y 6 años de edad.
  • De 120 a 150 microgramos al día entre la adolescencia y adultez.
  • Entre 250 y 300 durante el embarazo y la lactancia.

Para conseguir la porción diaria recomendada, una embarazada requeriría consumir cinco gramos al día de sal yodada, 300 gramos diarios de marisco o 500 gramos de pescado, entre otros productos. Como este hábito es primordial, para garantizar la ingesta de yodo en el periodo de gestación, los ginecólogos aconsejan incorporar un suplemento.

Por este motivo, habitualmente se receta un medicamento diario con 200 microgramos de yodo desde el momento que se planea tener un hijo.

Sin embargo, en todos los casos, la mujer debe tener una dieta balanceada que incluya pescado, verduras y la utilización de sal yodada para condimentar los alimentos.