Micrografía de linfocito T

Micrografía de linfocito T

El cáncer tiene un enemigo más contra el cual lidiar y son nuestras propias defensas, ya que recientemente se desarrolló un nuevo tratamiento capaz de frenar esta enfermedad utilizando nuestro sistema inmunológico.

Este padecimiento es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y comienza a producirse cuando se da una alteración de los mecanismos de control de crecimiento de las células que forman parte de nuestro organismo. De esa forma, éstas no pueden controlar su división, crecen de forma descontrolada y forman tumores en diversas partes del cuerpo.

Actualmente, se tienen diversos tratamientos médicos capaces de controlar y eliminar el cáncer como la quimioterapia, sin embargo, los efectos secundarios que producen al paciente son numerosos. Por esta razón se han buscado diversas alternativas, entre ellas la inmunoterapia, considerada por la revista Science como el “descubrimiento científico más importante del 2013”.

Esta alternativa es realizada por nuestro sistema inmune a través de una célula llamada linfocito T, que es capaz de detectar las células cancerosas para después eliminarlas. Sin embargo este descubrimiento no es nuevo, ya que se conoce desde 1890 cuando el médico estadounidense William Coley encontró la importancia que tienen nuestras propias defensas en la lucha contra el cáncer.

Sin embargo, a pesar de conocerse el papel de los linfocitos T, existía un problema. Las células tumorales tienen en su exterior etiquetas moleculares conocidas como PD-L1, que sirven como una especie de escudo protector que impide que sean vistas por los linfocitos T y provocando que el mecanismo natural de defensa no funcione.

Durante mucho tiempo quedó en el aire la pregunta de ¿cómo solucionar esto? Finalmente, la respuesta parece haberse encontrado en los anticuerpos monoclonales, que son capaces de bloquear los sistemas de reconocimiento de las PD-L1 que protegen a las células dañinas.

Las primeras prácticas clínicas en 2013 con anticuerpos han tenido buenos resultados, en diversos ensayos se ha logrado destruir las células cancerosas en riñones y pulmones, por lo que la inmunoterapia podría servirá para reforzar los mecanismos naturales de defensa y en un futuro apoyar a los tratamientos médicos como quimioterapia o radioterapia para salvar miles de vidas.

Vía: Alt1040