Expertos advierten sobre los peligros de las piezas magnéticas que los adolescentes usan en la lengua, que pueden conducir a graves complicaciones. La advertencia surge después de varios casos de jóvenes que accidentalmente se han tragado los imanes, provocándose una perforación gástrica potencialmente letal.

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Desde hace tiempo las autoridades en Estados Unidos y Canadá han publicado varias alertas sobre el riesgo de los juguetes que contienen pequeñas piezas magnéticas que los niños pueden ingerir.

Las más peligrosas, son aquellas que tienen dos piezas, que parecen balines, que se colocan en la parte superior e inferior de la lengua y quedan adheridas magnéticamente.

Si el usuario las ingiere accidentalmente pueden llegar al intestino y allí adherirse causando una perforación con consecuencias graves y problemas potenciales para toda la vida. Además, el ácido que desprenden las piezas de metal también puede ser peligroso, por lo tanto, en el caso de tragar uno o más imanes, es fundamental acudir inmediatamente al médico.

Los doctores Anil Thomas George y Sandeep Motiwale, del Centro Médico Queen’s en Nottingham, Inglaterra,; hacen hincapié en el hecho de que los padres necesitan tener conocimiento del riesgo potencial de una perforación gástrica silente y una fístula (orificio que conecta de forma anormal las paredes de los órganos) debido a la ingestión accidental de imanes en los niños.

Un imán solitario puede pasar por el intestino espontáneamente. Sin embargo, la ingestión de múltiples imanes o de uno solo junto con otra pieza metálica, puede provocar que éstos se adhieran, comprimiendo el intestino en el entremedio y conduciendo a una subsecuente fístula y perforación, agregan los expertos.

Otros peligros de las piezas de acero
Además de las complicaciones intestinales que pueden surgir, una nueva investigación sugiere que los piercings tradicionales de acero inoxidable en la lengua podrían recoger más bacterias que los de plástico, lo que incrementa potencialmente el riesgo de infección y otras dificultades. Por otra parte, la boca contiene tantas bacterias que el procedimiento de perforación para el piercing en sí mismo podría elevar el riesgo de infección.

En lo que es la perforación misma, si la aguja atraviesa un vaso sanguíneo en dicho proceso, puede producir una hemorragia difícil de controlar y una pérdida importante de sangre.

Incluso, las piezas de acero, no sólo pueden dañar el tejido gingival, además, pueden hacer que las encías se retraigan. Aparte de ser antiestéticas, las encías retraídas hacen que la raíz del diente sea más vulnerable a las caries y a la enfermedad periodontal.