Cuando se es padre comienzan a surgir varias preguntas que, aunque parecieran no ser importantes, pueden repercutir directamente en la salud integral de los hijos. Tal es el caso del cepillado de dientes.

De acuerdo con especialistas, un adecuado cuidado de la salud dental debe comenzar antes incluso de que hagan su aparición los primeros dientes de leche.

El hecho de que los padres no puedan ver los dientes de su bebé no significa que estos no estén presentes. Los dientes comienzan a formarse durante el segundo trimestre del embarazo, por lo que cuando un bebé nace ya tiene 20 dientes de leche, algunos de los cuales están completamente desarrollados dentro de su pequeña mandíbula.

Los pediatras advierten que los bebés pueden llegar a desarrollar caries dentales si los padres no siguen unos buenos hábitos de salud dental.

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Los principales cuidados que se deben tener para mantener una adecuada salud dental en los niños incluyen:

-Antes de que a un bebé le empiecen a salir los dientes, se debe pasar un paño o una toallita húmeda por las encías para eliminar cualquier bacteria nociva.

-En cuanto le empiecen a salir los primeros dientes de leche, se deben limpiar con un cepillo de dientes especial para lactantes, utilizando agua y una pequeña cantidad de pasta de dientes con flúor (aproximadamente lo equivalente a un grano de arroz).

-En cuanto los dientes del bebé se toquen entre sí, se puede empezar a utilizar hilo dental para pasarlo entre dientes adyacentes.

-A los dos años de edad generalmente los niños ya son capaces de aprender a escupir mientras se cepillan los dientes. Los niños menores de tres años solo deben utilizar una cantidad de pasta con flúor equivalente al tamaño de un guisante. Los padres siempre deben supervisar a sus hijos menores de seis años cuando se lavan los dientes, para evitar que traguen dentífrico.

Finalmente, los especialistas recomiendan a los padres evitar que sus hijos pequeños se queden dormidos succionando su biberón, ya que puede dañar su dentadura. Cuando los azúcares del jugo o de la leche quedan adheridos a los dientes del bebé durante horas, pueden corroer su esmalte dental, creando una afección conocida como ‘boca del biberón’, ‘caries del biberón’ o ‘caries del lactante’.

 

Vía: Kid’s Health