El COVID-19 parece promover la coagulación de la sangre en todo el cuerpo, lo que explicaría por qué es mucho más mortal que otros miembros de su familia viral, señalan expertos.

Los médicos han observado que algunas personas gravemente enfermas con COVID-19 desarrollan coágulos de sangre en sus pulmones y otros órganos principales.

Los médicos sospechan que estos pequeños coágulos de sangre son una de las razones por las cuales los pacientes con COVID-19 luchan por respirar, indicó el doctor Hooman Poor, médico de cuidados críticos y pulmonares en el Hospital Mount Sinai Beth Israel en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos).

«No solo vemos la posibilidad de coágulos de sangre en los pulmones», dijo Poor. En los pacientes con COVID-19 que requieren diálisis debido a insuficiencia renal, «sus catéteres se están coagulando cada segundo».

Estos pequeños coágulos de sangre también podrían ser responsables de uno de los síntomas más llamativos del COVID-19: una pérdida repentina del olfato, mencionó la doctora Jeanne Marrazzo, profesora de enfermedades infecciosas en la Universidad de Alabama en Birmingham. Asimismo, podrían explicar por qué los pacientes que parecen estar bien se bloquean repentinamente.

La coagulación asociada con COVID-19 es tan pronunciada que «algunas personas comienzan a decir: ‘Mire, cualquier persona que venga al hospital necesita que le pongan anticoagulantes’ al comienzo de su tratamiento», comentó el doctor Carlos del Río, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Emory, en Atlanta.

Lo que descubrieron los médicos

Poor trató recientemente a cinco pacientes con COVID-19 en estado crítico con tPA, un fármaco anticoagulante que se usa normalmente en pacientes que sufren un evento cerebrovascular, según un reporte preliminar de un caso de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.

Los cinco pacientes tenían insuficiencia respiratoria al principio de su enfermedad, junto con niveles de oxígeno en sangre y marcadores de proteínas que indicaban que los coágulos sanguíneos de los pulmones podrían privarlos de la respiración, subrayaron Poor y sus colegas.

«La primer paciente al que se lo di (el tPA) tuvo una respuesta dramática e inmediata, lo que indica que los coágulos de sangre definitivamente estaban jugando un papel en por qué estaba tan enferma en ese momento», comentó Poor.

Los cinco mostraron mejoras inmediatas en sus niveles de oxígeno en la sangre, pero finalmente no tuvieron buenos resultados, dijo Poor.

Sin embargo, el experto cree que se necesita más investigación antes de tratar regularmente a los pacientes con COVID-19 con fármacos anticoagulantes.

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«Ambas son medicinas muy peligrosas», advirtió Poor. «Sería una pena administrar estos medicamentos de manera inapropiada y luego tener un mal resultado, como una hemorragia catastrófica».

Poor y sus colegas sospecharon que los coágulos sanguíneos podrían estar contribuyendo al síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), ya que los pulmones de los pacientes con COVID-19 no desarrollan el tipo de rigidez que generalmente se observa en otros virus que dificultan la respiración.

«Cuando tienes estas anormalidades en el oxígeno y el dióxido de carbono con pulmones que no son particularmente rígidos, lo primero que se te ocurre es que hay algo mal con los vasos sanguíneos de los pulmones», refirió Poor.

Otros especialistas también han observado coágulos en pacientes con COVID-19. En un informe publicado este mes en la revista Thrombosis Research, investigadores holandeses hallaron que más o menos un tercio de 184 pacientes en cuidados intensivos con coronavirus mostraron una complicación asociada con un coágulo en los pulmones o en las piernas, o incluso tan grave como un derrame cerebral o un ataque cardíaco.

Los coágulos sanguíneos pulmonares generalmente ocurren porque un coágulo de sangre grande en la pierna, lo que se conoce como trombosis venosa profunda, se libera y viaja hacia los pulmones, dijo Marrazzo.

Pero no es inusual que los virus promuevan coágulos sanguíneos, expuso del Río. Por ejemplo, el VIH puede promover la coagulación en los pacientes.

Todavía no se sabe por qué el nuevo coronavirus podría promover la coagulación sanguínea.

Posible papel de algunas proteínas en la coagulación sanguínea por COVID-19

Poor y Marrazzo especularon que el virus de alguna manera daña las células humanas de forma que promueve la coagulación. Poor destacó que los pacientes con COVID-19 tienen niveles elevados de dímero D, un pequeño fragmento de proteína producido por coágulos sanguíneos.

Otro estudio reciente en la revista Physiological Reviews encontró que las personas con niveles altos de plasmina, una enzima clave que descompone los coágulos sanguíneos, tienden a mostrar una infección por COVID-19 más grave.

La plasmina parece ayudar al nuevo coronavirus a unirse más fácilmente con las células humanas, dijo el doctor e investigador principal Hong-Long Ji, profesor de biología celular y molecular en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Tyler.

Si esto es cierto, el uso de medicamentos anticoagulantes para tratar el COVID-19 podría ser contraproducente al mejorar la infección de los pacientes, puntualizó Ji.

«Si le das al paciente plasmina u otro tipo de proteínas para eliminar los coágulos, entonces el problema es que este paciente todavía tiene un virus en su cuerpo y también tiene un problema de sangrado en todo tipo de órgano importante», enfatizó Li.

 

Vía: Health Day News