Una nueva investigación publicada en la revista JAMA Network Open arrojó un rayo de esperanza respecto al COVID-19, pues reveló que parece seguir un patrón estacional que es similar al de la gripe.

Los científicos encontraron que todas las ciudades/regiones con grandes brotes de COVID-19 tenían climas de invierno similares, con una temperatura promedio de 5 a 11 °C, niveles de humedad promedio de 47% a 79%, y ubicados dentro de una banda de latitud de 30 a 50 grados norte.

Esto incluye a Wuhan, China; Corea del Sur; Japón; Irán; el Norte de Italia; Seattle; y el norte de California.

Los resultados también sugieren que los estados del Atlántico medio de Estados Unidos podrían estar en riesgo, así como Nueva Inglaterra, según lo reportado por investigadores del Instituto de Virología Humana (IHV) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM) y de la Red Global de Virus (GVN).

«Según lo que hemos documentado hasta ahora, parece que el virus tiene más dificultades para propagarse entre las personas en climas cálidos y tropicales», destacó el doctor Mohammad Sajadi, líder del estudio, profesor asociado de medicina en la UMSOM, médico-científico del IHV y miembro de la GVN.

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Los expertos utilizaron datos meteorológicos de los últimos meses, así como patrones climáticos típicos del año pasado, para predecir la propagación del COVID-19 en la comunidad durante varias semanas.

El siguiente paso es determinar si las predicciones meteorológicas y climáticas podrían hacer que los pronósticos sean más confiables.

«Creo que lo importante es que esta es una hipótesis comprobable», resaltó el doctor Anthony Amoroso, coautor del estudio, profesor asociado de medicina en la UMSOM y jefe de programas de atención clínica en el IHV.

«Si es cierta, podría ser muy útil para la preparación del sistema de salud, la vigilancia y los esfuerzos de contención», agregó el experto.

Por su parte, el doctor Robert Gallo, cofundador y director del IHV, cofundador y presidente de la Junta de Liderazgo Científico Internacional de la GVN, y profesor de la UMSOM, dijo que gracias a esta extensa investigación, se ha determinado que modelar el clima ayudaría a explicar la propagación del COVID-19, lo que permitiría predecir las regiones que poseen un mayor riesgo de propagación significativa dentro la comunidad en el futuro cercano.

 

Vía: Health Day News