Una investigación reciente descubrió que las personas que experimentan una infección respiratoria aguda pero que dan negativo en la prueba de COVID-19 también pueden experimentar “resfriados prolongados” y una carga de síntomas similar a la de quienes experimentan un COVID prolongado.

Los autores señalan que sus hallazgos pueden coincidir con la experiencia de personas que han luchado con síntomas prolongados después de haber tenido una infección respiratoria, a pesar de que las pruebas para detectar COVID-19 en un hisopo de nariz o garganta dieron negativo.

La investigación en curso sobre los efectos a largo plazo del COVID-19 y otras infecciones respiratorias agudas es importante porque puede ayudar a los médicos a llegar a la raíz de por qué algunas personas experimentan síntomas más prolongados que otras. En última instancia, esto permitiría identificar la forma más adecuada de tratamiento y atención para las personas afectadas.

En su trabajo, los investigadores compararon la gravedad y la prevalencia de los síntomas a largo plazo después del COVID-19 y otras infecciones respiratorias agudas en las que los pacientes dieron negativo en la prueba del nuevo coronavirus.

Conoce más: COVID prolongado y fatiga debilitante, ¿cómo se relacionan?

De esta forma, reportaron que ambos tipos de enfermedades se asociaban con una variedad de síntomas a largo plazo y una disminución de la calidad de vida relacionada con la salud.

Aquellos con síntomas después de COVID-19 tenían mayores probabilidades de desarrollar problemas con el gusto y el olfato, así como aturdimiento y mareos.

Quienes experimentaron síntomas persistentes después de una infección respiratoria aguda no causada por COVID experimentaron varios síntomas, que incluyeron:

  • Tos
  • Dolor abdominal
  • Diarrea

Con ello, encontraron que la gravedad de los síntomas después de enfermedades respiratorias agudas tanto de COVID-19 como de enfermedades no relacionadas estaba asociada con la gravedad de la infección inicial.

Quienes experimentaron una mayor gravedad de los síntomas tenían más probabilidades de ser mujeres, trabajadores de primera línea, personas con sobrepeso, estar en desventaja socioeconómica o tener comorbilidades.

 

Fuente: Medical News Today