Muchas personas que tienen miocardiopatía hipertrófica (que ocurre cuando el músculo cardíaco se vuelve demasiado grueso, por lo que el corazón se agranda y sus cavidades se hacen más pequeñas) no tienen síntomas y no necesitan tratamiento. No obstante, si desarrollan síntomas (cansancio, falta de aliento, dolor en el pecho, mareo, desmayo o latidos cardíacos anormales), el tratamiento dependerá de cuáles manifiesten y de si desarrollan insuficiencia cardíaca o un ritmo cardíaco anormal.

A continuación te mencionamos las maneras en las que se trata la miocardiopatía hipertrófica:

  • Puedes tomar medicamentos para tratar síntomas como dificultad para respirar y dolor en el pecho.
  • Si tienes un problema grave del ritmo cardíaco, como fibrilación auricular, puedes tomar medicamentos para controlar la frecuencia o el ritmo cardíacos, así como para prevenir la formación de coágulos de sangre.
  • Si tienes un alto riesgo de muerte súbita por un problema del ritmo cardíaco, un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) puede ser una opción. Un DCI es un dispositivo pequeño como un marcapasos. Puede prevenir o detener los ritmos cardíacos peligrosos.
  • Si los medicamentos no funcionan y tu corazón no está bombeando bien la sangre, es posible que te realicen un procedimiento para reducir el tamaño de la parte de tu corazón que se agrandó demasiado. Dicha parte se puede extirpar con una cirugía llamada miectomía, o se puede reducir inyectando alcohol en la arteria que transporta la sangre a esa parte del corazón. Este procedimiento se denomina reducción del tabique no quirúrgico o ablación del tabique con alcohol.

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¿Qué puedes hacer en casa para tratar la miocardiopatía hipertrófica?

  • Toma tus medicamentos exactamente como te los recetaron. Llama a tu médico si crees tener un problema con algún medicamento, pues te dará más detalles sobre los medicamentos específicos que te recetó.
  • No fumes. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, habla con tu médico sobre los programas y medicamentos para dejar de fumar.
  • Come alimentos saludables para el corazón, como frutas, verduras, cereales integrales, pescado, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. Limita el sodio, los azúcares y el alcohol.
  • Bebe muchos líquidos (a menos que tu médico te diga que limites tu ingesta de líquidos).
  • Mantente activo(a) la mayoría de los días de la semana, o todos si te es posible. Pregúntale a tu médico qué nivel de ejercicio y qué tipo de actividades son seguras para ti. Es posible que debas evitar la actividad extenuante.
  • Mantente en un peso saludable. Baja de peso si lo necesitas.
  • Controla otras condiciones de salud como la presión arterial alta y el colesterol alto.
  • Hazte chequeos con la frecuencia que tu médico te recomiende.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health

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