La cáscara de limón es rica en antioxidantes clave, como la vitamina C, el D-limoneno y el flavonoide hesperidina, que pueden fortalecer el sistema inmunitario y ayudar a reducir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.

Diversas investigaciones demuestran que las cáscaras de cítricos ofrecen más antioxidantes que el jugo o la pulpa de la fruta, y la evidencia inicial sobre las cáscaras de limón sugiere específicamente que su actividad antioxidante es más potente que la de las cáscaras de mandarina o toronja.

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Con base en lo anterior, algunos nutrientes y antioxidantes presentes en las cáscaras de limón pueden ayudar a reducir la presión arterial elevada, el colesterol alto y la obesidad, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. La evidencia científica al respecto informa lo siguiente:

  • Los adolescentes con sobrepeso y obesidad que tomaron un suplemento con cáscara de limón redujeron su presión arterial y sus niveles de colesterol LDL (o «malo»).
  • El extracto de cáscara de limón puede ayudar a reducir la presión arterial en adultos.
  • Los antioxidantes y la fibra presentes en las cáscaras de limón también pueden ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial. Sin embargo, se requieren más ensayos clínicos en humanos.

 

Fuente: Very Well Health